La corporación espacial rusa Roscosmos lanzará a la Estación Espacial Internacional (ISS) una nueva nave espacial no tripulada, la Soyuz MS-23, para traer a la Tierra a los dos cosmonautas rusos y a un astronauta norteamericano que deberían volver en la nave que los llevó a la estación, la Soyuz MS-22, pero que, tras la fuga de refrigerante detectada en ésta, la inhabilita para ser tripulada.
En una escueta nota oficial de Roscosmos, transmitida este martes a través de Twitter, se especificaba que la nave Soyuz MS-22 averiada deberá regresar a la Tierra sin tripulación, mientras que se prepara para el próximo 20 de febrero el lanzamiento de forma automática a la ISS de una nueva nave no tripulada, la Soyuz MS-23, en la que regresarán los cosmonautas rusos Sergei Prokopiev, Dmitry Petelin y el astronauta de la Nasa, Frank Rubio.
La investigación sobre la fuga de refrigerante externa de la nave Soyuz MS-22 y la estrategia de avance para operaciones tripuladas ininterrumpidas a bordo de la ISS se han llevado cabo conjuntamente por la Nasa y Roscosmos desde el descubrimiento del problema.
La fuga se detectó por primera vez el pasado14 de diciembre de 2022, cuando los sensores de presión en el circuito de refrigeración de la nave espacial mostraron lecturas bajas. En el momento de la filtración, los cosmonautas de Roscosmos se preparaban para realizar una salida espacial. La caminata espacial se pospuso, por lo que ningún miembro de la tripulación salió de la ISS ni estuvo expuesto a la fuga de refrigerante.
La Nasa proporcionó una inspección adicional del exterior de la Soyuz usando el brazo robótico Canadarm2 de la ISS el 18 de diciembre. La agencia y los especialistas de Roscosmos han seguido monitorizando de cerca los sistemas de la nave espacial Soyuz. La Nasa y Roscosmos han concluido su trabajo conjunto para desarrollar un curso de acción tras el análisis.
La nave espacial Soyuz MS-22 llevó a los cosmonautas de Roscosmos Sergey Prokopyev y Dmitri Petelin y al astronauta de la Nasa Frank Rubio a la ISS tras su lanzamiento desde el cosmódromo de Baikonur en Kazajistán el pasado 21 de septiembre y tenían previsto regresar a la Tierra en la misma cápsula. Pero la fuga de refrigerante detectada el mes pasado provoca unas temperaturas excesivamente altas en la cápsula, lo que hace inviable su utilización para el regreso.
Tras analizar la situación y negociarla con la Nasa, Roscosmos decidió este miércoles lanzar alrededor del 20 de febrero una nueva nave, la Soyuz MS-23, en modo automático, sin tripulación, que los tres astronautas usarán para su regreso.