La revolución hacia una movilidad más sostenible está tomando forma en Cartagena, donde el complejo industrial de Repsol ha recibido un buque cargado con 7.500 toneladas de aceite de cocina usado. Estos residuos se convertirán en la materia prima esencial para la primera planta de combustibles renovables en España, un paso crucial en la estrategia de la empresa para reducir las emisiones de CO2 en la movilidad.
Repsol, en su firme compromiso con la sostenibilidad, ha invertido más de 200 millones de euros en la construcción de esta innovadora planta de biocombustibles avanzados en Cartagena. Con una capacidad de producción anual de 250.000 toneladas, se espera que esta instalación contribuya significativamente a la reducción de 900.000 toneladas de CO2, lo que equivale a la absorción de carbono por parte de 45 millones de árboles.
Este proyecto representa un hito en la transformación industrial de Repsol, orientada hacia la producción de combustibles 100% renovables utilizando materias primas recicladas en lugar de depender exclusivamente del petróleo. Los biocombustibles avanzados que se generarán a partir del aceite de cocina usado serán compatibles con cualquier vehículo, desde coches hasta aviones, sin necesidad de modificaciones en los motores, prometiendo así una reducción inmediata de las emisiones de CO2 en la movilidad.
Estos combustibles renovables, derivados de materias primas de origen renovable, mantienen propiedades similares a los combustibles convencionales, pero con una huella de carbono neta igual a cero, ya que el CO2 liberado al utilizarse es equivalente al CO2 previamente capturado de la atmósfera.
El Puerto de Cartagena desempeña un papel esencial en este proceso, anticipando la llegada anual de alrededor de 300.000 toneladas de residuos, entre los cuales el aceite de cocina usado se presenta como una materia prima clave. El proyecto ha impulsado la modernización de infraestructuras portuarias, con la instalación de nuevos brazos de carga, líneas y depósitos de almacenamiento para facilitar la descarga y transporte eficiente de la materia prima al complejo industrial.
La apuesta de Repsol por la sostenibilidad y la innovación se consolida en este avance hacia la producción de combustibles renovables a gran escala, marcando un camino hacia una movilidad más limpia y responsable.