Este año, las entregas mundiales de aviones comerciales verán incrementar sus cifras gracias a un aumento de las tasas de producción de los fabricantes, incluidas las entregas de aviones que se produjeron e inventariaron, pero no se pudieron entregar en 2020 y 2021.
Además, según el estudio realizado por Deloitte, a medida que se recupera la demanda de viajes, se espera que aumenten las tasas de fabricación de aviones de fuselaje estrecho; mientras que una distribución global más amplia de las vacunas contra el Covid-19 en 2022 conllevará niveles más altos de viajes internacionales, lo que podría traducirse en una mayor demanda de nuevos aviones de fuselaje ancho.
Asimismo, la recuperación de la demanda de viajes aéreos podría impulsar un aumento del mercado de recambios y accesorios y generar mayores ingresos de los servicios de postventa, especialmente en la segunda mitad de 2022, impulsados por el mantenimiento, reparación y revisión de la flota de aviones.
En este sentido, Jordi Llidó, socio de Deloitte responsable de la industria de fabricación, asegura que “la distribución global de las vacunas está contribuyendo a la normalización de los viajes aéreos, aunque la demanda se mantendrá moderada durante los primeros meses de 2022”.
También destaca que “la industria aeroespacial y de defensa ha resistido la disrupción provocada por la pandemia gracias a las sólidas carteras de pedidos y se espera que en 2022 las empresas del sector se centren en reconstruir los flujos de ingresos, aumentar la agilidad en las operaciones y recalibrar las redes de suministro para atender las demandas cambiantes del mercado”.
Así, el sector se centrará en la innovación para desarrollar nuevas tecnologías y soluciones, crear nuevos mercados y ampliar las oportunidades de crecimiento. En particular, la transformación digital y la fábrica inteligente ofrecen una serie de tecnologías que mejoran la eficiencia y la productividad, acelerando el tiempo de comercialización y reduciendo los tiempos de ciclo.
De este modo, el informe detecta un aumento de la demanda de equipos militares de alta gama de cara a 2022, especialmente aviones de combate no tripulados, soluciones cibernéticas y de inteligencia, así como de equipos hipersónicos. Se espera que el gasto mundial en defensa crezca alrededor de un 2,5% este año, ya que las principales potencias mundiales continúan fortaleciendo sus fuerzas armadas en respuesta a las tensiones geopolíticas.
La industria de defensa ha permanecido más aislada del impacto global del Covid-19 que la industria aeroespacial comercial. Así, el gasto militar mundial en 2020 ascendió a 1,98 billones de dólares, un 2,6% más que en 2019; alcanzando el 2,4% del PIB mundial en 2020, frente al 2,2% del año anterior. Esta cifra representa el mayor aumento interanual desde la crisis financiera y económica de 2009. El incremento del gasto militar viene determinado por el empuje de países como EEUU, China o Rusia.
La industria experimentó un crecimiento sólido de la actividad en materia de fusiones y adquisiciones durante el primer semestre de 2021 y alcanzó acuerdos por valor de 61.000 millones de dólares a 31 de agosto del pasado año (22.000 millones en 2020). En 2022 la innovación, la transformación tecnológica y los cambios geopolíticos y regulatorios probablemente impulsarán un entorno de acuerdos sólido en todos los segmentos de la industria: comercial, defensa y espacial.
Con una industria en evolución, las megafusiones podrían quedar en su segundo plano. La actividad probablemente se centrará en adquisiciones que brinden capacidades innovadoras y se expandan a nuevos mercados; como la propulsión eléctrica, la hipersónica y el turismo espacial.
Industria espacial
Por lo que respecta a la industria espacial, el informe identifica tres áreas clave que podrían impulsar el crecimiento de los servicios espaciales: la industria de lanzamientos, los satélites y las nuevas tecnologías. Por un lado, la constante innovación seguirá reduciendo el coste de acceso a la órbita terrestre baja y los contratos de lanzamiento se seguirán abriendo al sector privado. También se esperan nuevos satélites y nanosatélites más pequeños, baratos y rápidos de producir que los satélites tradicionales. Por último, tecnologías como la creación rápida de prototipos y los servicios espaciales impulsarán el crecimiento de la industria este 2022.
En relación con la movilidad aérea avanzada, las empresas que desarrollan aviones eléctricos de despegue y aterrizaje vertical (eVTOL) siguen recibiendo inversiones tanto de compañías aeroespaciales como de inversores de capital privado y ya han superado la etapa de I+D y actualmente están realizando pruebas piloto. Se estima que el mercado de la movilidad aérea avanzada alcance un valor de 115.000 millones de dólares anuales en 2035 solo en EEUU, por lo que las empresas del sector deben identificar modelos de negocio operativos y segmentos de consumidores donde se encuentran las oportunidades más significativas.
Oscar Martín, socio responsable de la industria aeroespacial de Deloitte, destaca la importancia de la digitalización y afirma que “las empresas deben apostar por la innovación digital y priorizar una mayor eficiencia en sus procesos de ingeniería, fabricación y cadena de suministro mediante la implementación de hilos digitales y soluciones para la fábrica inteligente. Las iniciativas digitales pueden ayudar a las compañías a identificar puntos críticos y oportunidades de mejora mediante la captura y el análisis de datos en todo su ciclo de fabricación”. El socio de Deloitte concluye que “sin duda el PERTE para el sector aeroespacial previsto por el Gobierno, será un elemento clave para ayudar a la transformación del ecosistema español.”