El Parlamento Europeo ha dado su visto bueno a una legislación que busca fomentar el uso de combustibles sostenibles en la industria de la aviación. Esta medida forma parte del ambicioso plan de la UE, denominado «Objetivo 55», que tiene como fin último reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en al menos un 55% para 2030, en comparación con los niveles de 1990, y lograr la neutralidad climática para 2050.
El calendario de implementación establece hitos claros. A partir de 2025, se exigirá que al menos el 2% del combustible utilizado en los aeropuertos de la UE sea ecológico. Este porcentaje aumentará progresivamente cada cinco años, alcanzando un significativo 70% en 2050. Además, se requerirá que una parte de esta proporción (1,2% en 2030, 2% en 2032 y 5% en 2035, hasta llegar al 35% en 2050) esté compuesta por combustibles sintéticos, como el queroseno electrónico.
La definición de «combustibles de aviación sostenibles» incluirá opciones como combustibles sintéticos, biocombustibles producidos a partir de residuos agrícolas o forestales, algas, biorresiduos, aceite de cocina usado y ciertas grasas animales. Sin embargo, se excluyen los combustibles derivados de cultivos destinados a piensos y alimentos, así como aquellos obtenidos de palma y soja, debido a que no cumplen con los criterios de sostenibilidad. Además, se promoverá el uso del hidrógeno renovable como parte de una combinación de combustibles sostenibles, una tecnología prometedora que podría contribuir significativamente a la descarbonización del transporte aéreo.
Para informar mejor al público y fomentar la descarbonización en el sector de la aviación, a partir de 2025 se introducirá una etiqueta de la UE que evaluará el impacto ambiental de los vuelos. Las aerolíneas podrán comercializar sus vuelos con esta etiqueta, que proporcionará información sobre la huella de carbono estimada por pasajero y la eficiencia de CO2 estimada por kilómetro. Esto permitirá a los pasajeros comparar el impacto ambiental de los vuelos operados por diferentes compañías en la misma ruta.
José Ramón Bauzá, ponente del proyecto de ley y representante de España en el grupo Renew, expresó su entusiasmo por este avance hacia la descarbonización de la aviación. Hizo un llamado a los gobiernos de la UE para que apliquen las nuevas normas y respalden a la industria en la adopción rentable de combustibles de aviación sostenibles en toda Europa. En un mundo competitivo y complejo, considera que esta legislación ofrece una oportunidad clave para posicionar a la Unión Europea como líder mundial en la producción y uso de combustibles sostenibles en la aviación.
Este texto, ya acordado con el Consejo de la Unión Europea, fue respaldado por una amplia mayoría de eurodiputados, allanando el camino para su implementación a partir del 1 de enero de 2024, con algunas disposiciones aplicándose a partir del 1 de enero de 2025. Con esta medida, la Unión Europea se compromete a reducir su impacto ambiental en la industria de la aviación y a avanzar hacia un futuro más sostenible en el transporte aéreo.