La Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB) de los EEUU descubre un fallo estructural en el avión Being 737 MAX-9 de la compañía Alaska Airlines del que se desprendió una parte de su fuselaje en pleno vuelo el pasado día 5 de enero, según un informe provisional emitido este martes.
En la imagen adjunta, investigadores de la NTSB examinan la puerta del avión B737 MAX-9 de Alaska Airlines.
“El 5 de enero de 2024, alrededor de las 17.14 hora estándar del Pacífico, el vuelo 1282 de Alaska Airlines, un Boeing 737-9, N704AL, regresó al aeropuerto internacional de Portland (PDX), Oregón, después de que el tapón de la puerta de salida central izquierda (MED) saliera del avión provocando una rápida descompresión”, señala el informe.
“El avión aterrizó en la pista 28L de PDX sin más incidentes y todos los ocupantes (dos miembros de la tripulación de vuelo, cuatro miembros de la tripulación de cabina y 171 pasajeros) desembarcaron”.
Siete pasajeros y un asistente de vuelo sufrieron heridas leves, según el informe de la NTSB-.
“El vuelo fue operado bajo el Título 14 del Código de Regulaciones Federales (CFR), Parte 121, como un vuelo nacional regular de pasajeros desde PDX a Ontario, California (ONT)”, concluye el informe.
Respuesta de Boeing
Boeing, por su parte, indicó en un comunicado que “aprecia el trabajo de la NTSB de EEUU y revisará sus conclusiones rápidamente. Y continuaremos cooperando total y transparentemente con las investigaciones de la NTSB y la FAA”.
El presidente y director ejecutivo de Boeing, Dave Calhoun, dijo: “Cualquiera que sean las conclusiones finales a las que se llegue, Boeing es responsable de lo sucedido. Un hecho como éste no debe ocurrir en un avión que sale de nuestra fábrica. Simplemente debemos hacerlo mejor para nuestros clientes y sus pasajeros. Estamos implementando un plan integral para fortalecer la calidad y la confianza de nuestros grupos de interés. Se necesitarán medidas significativas y demostradas y transparencia en todo momento, y ahí es donde nos centramos de lleno”.
Boeing está tomando medidas inmediatas para fortalecer la calidad. En primer lugar, la empresa ha implementado un plan de control para garantizar que todos los tapones de las puertas de salida intermedia 737-9 se instalen según las especificaciones:
– Se instituyeron nuevas inspecciones del conjunto del tapón de la puerta y estructuras similares en la fábrica de nuestro proveedor y en la línea de producción de Boeing.
– Se agregaron señalización y protocolo para documentar completamente cuándo se abre o retira el tapón de la puerta en nuestra fábrica, asegurando que se reinstale e inspeccione antes de la entrega.
Además, Boeing está implementando planes para mejorar la calidad y la estabilidad generales en todo el sistema de producción del 737, que incluyen:
– Implementar inspecciones adicionales en la cadena de suministro y colaborar con los proveedores en mejoras de producción.
– Realizar más trabajos en aviones en sus posiciones asignadas.
– Dedicar varios días a que nuestros equipos 737 se concentren e implementen mejoras de calidad.
– Lanzar una evaluación independiente para reforzar el sistema de gestión de calidad en Boeing Commercial Airplanes realizada por un experto en seguridad con gran experiencia.
“Además de estas acciones de Boeing, estamos abriendo nuestra fábrica a clientes del 737 para que realicen sus propias revisiones adicionales y apoyaremos de manera total y transparente las acciones de investigación, auditoría y supervisión de la FAA. Esta investigación adicional (por parte de nosotros mismos, de nuestro regulador y de nuestros clientes) nos hará mejores. Es así de simple”, dijo Calhoun.