La nave de carga rusa Progress MS-14 con casi tres toneladas de alimentos, combustible y suministros para la tripulación llegó a la Estación Espacial Internacional (ISS) en la madrugada del sábado, tres horas y 21 minutos después de su lanzamiento a bordo del cohete Soyuz-2.1a desde el cosmódromo de Baikonur, en Kazajstán.
La Progress MS-14 accedió por una ruta ultrarrápida después de solo dos vueltas alrededor de la Tierra, tras lo cual se acopló al módulo ruso Zvezda. El atraque se realizó automáticamente supervisado por los especialistas del Centro de Control de Vuelo TsNIashash, parte de la Corporación estatal de Roscosmos, así como por los miembros de la tripulación de la misión ISS-63 los cosmonautas rusos Anatoly Ivanishin e Ivan Vagner.
El nuevo procedimiento de vuelo ultrarrápido es posible solo después de incorporar el cohete portador Soyuz-2 con sus especificaciones técnicas y capacidades de sistema de control que permiten la inyección de la carga útil en la órbita designada con la mayor precisión. Además, se requiere la formación inicial de la órbita de trabajo necesaria como parte importante del esquema de enfoque de dos órbitas, así como la ejecución exacta del programa de referencia autónomo por parte de la computadora de a bordo, según informa Roscosmos.
El vuelo de dos órbitas fue diseñado por especialistas de RSC Energia, filial de Roscosmos, y se utilizó ya en tres lanzamientos de naves espaciales de carga: la Progress MS-09, en julio de 2018; la Progress MS-11, en abril de 2019; y la Progress MS-12, en julio de 2019.