El Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la Nasa, en el sur de California, inauguró el miércoles su Centro de Operaciones de Rover (ROC), un centro de excelencia para misiones de superficie actuales y futuras a la Luna y Marte.
Durante el acto inaugural, líderes de las industrias espacial comercial y de IA recorrieron las instalaciones, participaron en sesiones de trabajo con los equipos de misión del JPL y aprendieron más sobre el primer uso de IA generativa por parte del equipo del rover Perseverance de la Nasa para crear futuras rutas para el explorador robótico.
El centro sea creado para integrar e innovar en las misiones de superficie planetaria del JPL, a la vez que forja alianzas estratégicas con la industria y el mundo académico para impulsar los intereses estadounidenses en la floreciente economía espacial. El centro se basa en los más de 30 años de experiencia del JPL en el desarrollo y la operación de misiones de superficie a Marte, incluyendo el único helicóptero de la humanidad en volar a Marte, así como las dos únicas misiones de superficie planetaria activas.
“El Centro de Operaciones del Rover es un multiplicador de fuerza”, afirmó Dave Gallagher, director del JPL. “Integra décadas de conocimiento especializado con nuevas y potentes herramientas, y exporta ese conocimiento mediante colaboraciones para impulsar la próxima generación de misiones a la superficie de la Luna y Marte. Como centro de investigación y desarrollo de la Nasa, financiado con fondos federales, estamos autorizados para realizar precisamente este tipo de trabajo: aumentar la cadencia, la eficiencia y el impacto de nuestras misiones transformadoras de la Nasa y apoyar al mercado espacial comercial en su propio desarrollo”.
Un enfoque clave del ROC es la rápida incorporación de mayor autonomía a las misiones de superficie mediante alianzas con las industrias de inteligencia artificial y espacial comercial. El objetivo es impulsar el cambio para ofrecer capacidades científicas y de exploración de última generación para el país y la Nasa.
Como único centro de investigación y desarrollo de la Nasa financiado con fondos federales, el JPL ha estado desarrollando la autonomía de los vehículos desde la década de 1990, cuando comenzó a desarrollar ‘Sojourner’, el primer rover en otro planeta. Las mejoras en la autonomía de los vehículos a lo largo de los años han incluido la evolución de la autonomía en las actividades de muestreo, la conducción y la selección de objetivos científicos. Más recientemente, estas mejoras se han extendido al desarrollo de la capacidad de Perseverance para programar y ejecutar de forma autónoma muchas actividades que requieren un alto consumo de energía, como mantenerse caliente por la noche, según lo considere oportuno. Esta capacidad permite al rover conservar energía, que puede reasignar en tiempo real para realizar más actividades científicas o viajes más largos.
Con la explosión de las capacidades de IA, el equipo del rover ROC no está dejando piedra sin mover en Marte en la búsqueda de futuras eficiencias. “Un pequeño equipo completó un ‘desafío de tres semanas’, aplicando IA generativa a algunos de nuestros casos de uso operativos. Durante este desafío, se hizo evidente que existen muchas oportunidades para la incorporación de IA que pueden potenciar nuestras capacidades”, dijo Jennifer Trosper, responsable del programa ROC en el JPL. “Con estas nuevas alianzas, juntos integraremos la IA en las operaciones para definir el futuro de las capacidades para la ciencia y la exploración”.











