La Administración Federal de Aviación (FAA) de EEUU ha pedido a los operadores estadounidenses de 143 aviones Boeing 737 de la serie Classic que verifiquen posibles fallos de cables tras una investigación sobre un accidente ocurrido en Indonesia en enero, según informó Reuters. El 737 Classic es una generación anterior de aviones de más de dos décadas.
La FAA dijo que el problema afectó a 1.041 aviones 737-300, -400 y -500 de la serie Classic en todo el mundo, pero muchos están actualmente fuera de servicio debido al Covid-19 u otros problemas. La FAA está emitiendo una directiva de aeronavegabilidad para que los operadores verifiquen que el cable de sincronización del flap, que juega un papel en el funcionamiento del sistema de aceleración automática de la aeronave, esté conectado de forma segura a un sensor de seguridad.
El fallo del cable podría pasar desapercibido para el ordenador de aceleración automática en los aviones afectados y representar un riesgo para la seguridad. La FAA exige algunas comprobaciones más rápidas que las sugeridas por Boeing, que dijo a última hora del viernes que estaba “realizando esfuerzos continuos para introducir mejoras de seguridad y rendimiento en toda la flota”.
“Los nuevos 737 MAX y 737 NG no se ven afectados por la directiva. La FAA y Boeing identificaron el problema potencial durante la investigación del accidente del 9 de enero del vuelo 182 de Sriwijaya Air en la capital de Indonesia. El tercer accidente importante de una aerolínea en Indonesia en poco más de seis años destacó el pobre historial de seguridad aérea de la nación del sudeste asiático.
Las 62 personas que viajaban a bordo murieron al estrellarse en el mar de Java el B737-500, de 26 años de antigüedad, poco después de despegar de Yakarta. La FAA dijo que no había evidencia de que el problema del cable de sincronización de la aleta fuera decisivo en el accidente, aunque la posibilidad de una conexión fallida presentaba un problema de seguridad que merecía una atención inmediata.
En febrero, el Comité Nacional de Seguridad del Transporte de Indonesia (KNKT) dijo que el avión tenía un desequilibrio en el empuje del motor que finalmente lo llevó a un giro brusco antes de una inmersión final en el mar.