El regulador aeronáutico norteamericano, la Federal Aviation Administration (FAA) “se asegurará de que se aborde el problema” detectado en el sistema eléctrico de algunos aviones 737 MAX, según anunció el pasado viernes.
“Boeing ha notificado a la FAA el jueves por la noche que recomienda que los operadores de ciertos aviones Boeing 737 MAX retiren éstos temporalmente del servicio para abordar un problema de fabricación que podría afectar el funcionamiento de una unidad de control de energía de respaldo”, dijo el regulador en un escueto comunicado.
“La FAA está en contacto con las aerolíneas y el fabricante y se asegurará de que se aborde el problema. Los pasajeros deben comunicarse con sus aerolíneas sobre cancelaciones o retrasos de vuelos específicos”, concluyó.
A primeros del pasado mes de diciembre, la FAA emitió su certificado de aeronavegabilidad para el primer Boeing 737 MAX construido después de marzo de 2019. Dos semanas antes, la agencia había levantado la orden de inmovilización impuesta hacía 20 meses al B737 MAX. Boeing tenía alrededor de 450 aviones de este modelo construidos desde entonces y a la espera de la aprobación de la FAA antes de su entrega a los clientes.
El Senado norteamericano acusó el pasado mes de diciembre a la FAA de haber obstaculizado la labor de los investigadores ocultado información y documentación sobre las certificaciones del 737 MAX y adoptando represalias contra los trabajadores que lo denunciaron. Señaló también que Boeing habría influido indebidamente en una prueba diseñada para ver con qué rapidez podrían haber respondido los pilotos a los fallos de esos aviones en los trágicos accidentes que provocaron la muerte de 346 personas.