Empresas, constructores e instituciones públicas han debatido este miércoles en el foro empresarial “Una mirada al futuro”, sobre los incendios que comienzan a azotar en España. Los nuevos sistemas autónomos han sido tema de debate como solución a los incendios de nueva generación que cada año devastan nuestro patrimonio natural.
La campaña contra incendios, que arranca este mes, ha sido el protagonista en el foro empresarial «Una Mirada al Futuro», organizado por la consultora Pongostyle Group. El debate, retransmitido vía streaming ha contado con figuras de diferentes instituciones públicas como la Agencia Española de Seguridad Aérea (AESA), la nueva asociación ATAIRE que engloba operadores aéreos, la empresa de desarrollo tecnológico Singular Aircrafts, y el proyecto CILIFO.
El tema más importante del debate, ha sido los incendios denominados de nueva generación y que ponen de relieve la situación al que cada año se enfrentan instituciones públicas y empresas con incendios cada vez más devastadores que se producen en España. Uno de los últimos ejemplos ocurrió el pasado mayo, en la isla de Tenerife, que arrasó más de 3.200 hectáreas de una zona de monte protegido en menos de una semana. Los últimos informes presentados por instituciones internacionales avalan la teoría del cambio climático y como una de sus terribles consecuencias es la propagación de incendios cada vez más letales que cada año acaban con miles de kilómetros de masa forestal arrasada por las llamas. Por este motivo, la Unión Europea, en conjunto con los gobiernos estatales y de las Comunidades Autónomas destinan gran parte de sus presupuestos en el estudio y desarrollo de medidas contraincendios, así como nuevos sistemas de detección y extinción.
Todos los ponentes han llegado a la conclusión de que los nuevos sistemas de detección son la base más importante para prevenir los grandes incendios. Actualmente, el desarrollo de sistemas satelitales, así como equipos autónomos, facilitan la detección del conato y su rápida extinción por parte de las aeronaves, para que no llegue a extenderse. España cuenta con diferentes proyectos que trabajan en los sistemas autónomos, tanto de detección como de extinción.
Un buen ejemplo es la empresa Singular Aircraft con sede en Barcelona, que desarrolla un avión anfibio no tripulado con capacidad de más de 1.500 litros. Según Fernando Gost, asesor de la empresa y ex piloto del 43 Grupo del Ejército del Aire, “nuestro avión hace misiones seguras para la extinción total del incendio, asegurando una rápida respuesta sin ningún riesgo para las tripulaciones”. Esta y otras capacidades como la de vuelo nocturno, hacen que la legislación tanto europea como española, estén en pleno auge de desarrollo para dar cabida a estas operaciones.
Para Juan José Solá, Jefe de la división de Sistemas de Aeronaves no tripuladas de AESA, todas las instituciones públicas europeas trabajan para albergar una legislación común en materia de drones, sobre todo en funciones como la de extinción de incendios donde actualmente conviven con aeronaves tripuladas y donde el marco legal tiene que desarrollar temas tan importantes como el vuelo nocturno, que permita a estas aeronaves seguir trabajando en los incendios, cuando el resto de aeronaves tripuladas no lo pueden hacer”.
Por su parte, Dámaso Castejón, secretario general de ATAIRE, Asociación que engloba a la mayoría de operadores aéreos en España, pone de relieve que los drones han llegado para quedarse y evolucionar. “Aunque la legislación es más lenta que los desarrollos tecnológicos, creemos que la evolución de los incendios está obligando a las instituciones a desarrollar un escenario en el que convivan las aeronaves tripuladas con las no tripuladas. Las tripulaciones en los incendios actuales son una fuente de información muy relevante y por ahora indispensable para el éxito de las misiones”.