La Organización de Investigación Espacial de la India (ISRO) intentó esta madrugada la misión PSLV-C61, el que habría sido su 101.º lanzamiento dentro del programa espacial nacional. Aunque las dos primeras etapas del vehículo se comportaron con normalidad, una anomalía detectada en la tercera etapa forzó la interrupción del perfil nominal de vuelo, impidiendo la colocación en órbita del satélite de observación terrestre EOS-09.
El despegue tuvo lugar desde la plataforma de lanzamiento FLP del Centro Espacial Satish Dhawan (SHAR), en Sriharikota. El vehículo, una versión PSLV-XL, despegó sin incidentes y ejecutó correctamente las fases iniciales de la secuencia. Sin embargo, la misión no pudo completarse según lo previsto, una vez iniciada la tercera etapa propulsada por combustible sólido.
El PSLV-C61 representaba el 63 vuelo del Polar Satellite Launch Vehicle (PSLV) y el 27 en su configuración XL, equipada con seis aceleradores sólidos de refuerzo. Esta configuración ha sido tradicionalmente empleada para cargas útiles más pesadas, y cuenta con una altura total de 44,5 metros y una masa al despegue de 321 toneladas.
Diseñado como un vehículo de cuatro etapas (sólido-líquido-sólido-líquido), el PSLV ha sido el caballo de batalla del programa espacial indio desde su debut en 1993. Con más de tres décadas de servicio, el lanzador ha acumulado una reputación de alta fiabilidad, siendo responsable de numerosos hitos internacionales, como la colocación de más de 300 satélites extranjeros.
EOS-09: una misión para observación terrestre
La carga útil de la misión, el satélite EOS-09, estaba destinada a operar en una órbita polar sincrónica con el Sol (SSPO), proporcionando datos de teledetección mediante radar de apertura sintética (SAR). Con una masa de lanzamiento de 1.696 kilogramos y una vida útil estimada de cinco años, el satélite estaba diseñado para ofrecer datos continuos y fiables para aplicaciones civiles, agrícolas, forestales y de gestión de recursos hídricos.
Además de su funcionalidad principal, EOS-09 incluía combustible adicional para asegurar su retirada segura al final de la misión, en línea con las mejores prácticas internacionales en sostenibilidad orbital.
Aunque la misión no logró su objetivo final, ISRO había previsto una maniobra posterior al despliegue del satélite que incluía la activación de los motores de cambio de órbita (OCT) en la etapa superior PS4, con el fin de reducir su altitud y proceder a su pasivación. Este procedimiento busca minimizar el tiempo de permanencia de objetos inactivos en órbita, limitando el riesgo de generación de residuos espaciales.
ISRO ha confirmado que la anomalía fue detectada antes de que se completara la inserción orbital, y que el fallo ocurrió antes de cualquier fase crítica de separación. La organización ha destacado que no se han producido daños en la infraestructura de lanzamiento ni heridos entre el personal.
Los equipos técnicos ya han comenzado la investigación para determinar la causa exacta del fallo en la tercera etapa, lo que permitirá evitar recurrencias en futuras misiones. Según el protocolo de ISRO, un comité de revisión independiente será constituido para evaluar el fallo, establecer medidas correctivas y validar el retorno al vuelo.
Declaración institucional
En una breve comunicación, ISRO señaló: “El rendimiento del PSLV-C61 fue nominal hasta la segunda etapa. Una observación detectada en la tercera etapa impidió completar la misión. Proporcionaremos información adicional una vez que se analicen todos los datos de vuelo”.
A pesar de la interrupción, la comunidad técnica ha valorado positivamente que el vehículo haya logrado superar correctamente las fases iniciales, demostrando la robustez general del sistema y destacando la importancia de los protocolos de seguridad en vuelo.
La historia de los lanzadores espaciales demuestra que los fallos —aunque infrecuentes en vehículos maduros como el PSLV— forman parte inherente del proceso de desarrollo y mejora continua. Este tipo de eventos proporciona datos técnicos valiosos que fortalecen los sistemas de validación y redundancia, esenciales para mantener altos niveles de fiabilidad en futuras misiones.
ISRO comunicará en los próximos días el calendario de lanzamientos revisado. Se espera que el próximo vuelo operativo del PSLV se reprograme una vez se hayan completado las investigaciones internas y se garantice la total disponibilidad del sistema. Entre las misiones en cartera figura el despliegue de satélites para observación terrestre, meteorología y comunicaciones, tanto para uso nacional como comercial.