GMV ha firmado dos nuevos contratos con la Agencia Espacial Europea (ESA) en el marco del programa NAVISP-EL2, consolidando su posición como referente tecnológico en sistemas de navegación por satélite. La empresa será contratista único en ambos proyectos, que buscan avanzar en precisión, seguridad y resiliencia de las soluciones GNSS mediante el uso de inteligencia artificial y el desarrollo de nuevas arquitecturas de recepción.
El primero de los proyectos, ENIGMA, tiene como objetivo mejorar las capacidades de posicionamiento GNSS de alta precisión de GMV mediante el uso de técnicas de inteligencia artificial. Estas permitirán modelar la interferencia ionosférica y detectar posibles amenazas de seguridad, como interferencias o intentos de suplantación de señal.
El segundo proyecto, DRESS, se centra en el desarrollo de un receptor para estaciones terrenas de referencia dentro de los sistemas de aumentación basados en satélite (SBAS), un componente esencial para garantizar la integridad y fiabilidad de las señales GNSS utilizadas en aplicaciones críticas.
Según explica Juan Ramón Martín Piedelobo, director de Estrategia y Desarrollo de Negocio de Sistemas de Navegación por Satélite de GMV, el programa NAVISP-EL2 constituye “un instrumento muy útil para hacer I+D en el área de navegación”, al permitir que las empresas propongan proyectos alineados con sus planes estratégicos. Además, destaca la “ventaja fundamental de contar con el apoyo y la guía de la ESA”, lo que, a su juicio, “supone una garantía de éxito” en la ejecución de las iniciativas.
En el plano económico, ambos contratos permitirán a GMV fortalecer su competitividad y ampliar su cartera de soluciones tanto en posicionamiento de alta precisión como en sistemas SBAS. “Esto se traducirá en un incremento de la contratación, de los márgenes y del empleo altamente cualificado”, apunta Martín Piedelobo.
La colaboración con la ESA, añade, resulta esencial para el crecimiento de la compañía. “La reputación de la ESA y su altísima capacidad tecnológica nos permite extraer el máximo valor de los proyectos de innovación que proponemos, además de mitigar los riesgos de ejecución”, comenta el director de Estrategia y Desarrollo de Negocio de Sistemas de Navegación por Satélite de GMV.
Respecto a los retos técnicos, GMV afronta desafíos de distinta naturaleza en cada proyecto. En el caso de ENIGMA, el principal objetivo es “extraer todo el potencial que las técnicas de inteligencia artificial pueden aportar al posicionamiento de alta precisión”. En DRESS, el desafío reside en “desarrollar un receptor adaptado a las necesidades de los sistemas SBAS de nueva generación”.
Ambas iniciativas refuerzan el papel de GMV en el ecosistema espacial europeo, combinando su experiencia industrial con la colaboración institucional y tecnológica de la ESA. Con estos proyectos, la compañía da un paso más en su estrategia de innovación aplicada a la navegación por satélite, contribuyendo al desarrollo de tecnologías clave para la autonomía y seguridad espacial de Europa.