El tráfico aéreo comercial en la Unión Europea continúa recuperando terreno tras los años de crisis derivados de la pandemia. En septiembre de 2025 se registraron 653.072 vuelos comerciales, lo que supone un incremento del 2,6% respecto al mismo mes de 2024, según los últimos datos publicados por Eurostat. A pesar del avance, la cifra se mantiene 1,8% por debajo de los niveles alcanzados en septiembre de 2019, antes del impacto del Covid-19.
La tendencia positiva observada en septiembre confirma el repunte sostenido del tráfico aéreo europeo durante el verano. Entre junio y agosto de 2025, todos los meses registraron incrementos interanuales: junio (+2,8%), julio (+2,9%) y agosto (+3,3%). Aunque los volúmenes aún no han alcanzado plenamente las cifras prepandemia, se sitúan cada vez más cerca: –2,1% en junio, –1,7% en julio y –0,3% en agosto en comparación con los niveles de 2019.
Estos resultados reflejan la consolidación de la recuperación de la actividad aérea, impulsada por la normalización de la movilidad, la estabilización de las operaciones aeroportuarias y la resiliencia del transporte aéreo frente a un entorno económico y geopolítico todavía complejo.
El análisis por países muestra una recuperación desigual dentro de la Unión Europea. En septiembre de 2025, 12 Estados miembros superaron sus cifras de vuelos respecto a 2019, con Chipre (+24,1%), Polonia (+22,4%) y Grecia (+21,4%) a la cabeza. Estos incrementos reflejan tanto el dinamismo de los mercados turísticos mediterráneos como la expansión de rutas y conexiones en el este y sureste de Europa.
En el extremo opuesto, varios países del norte del continente continúan por debajo de los niveles previos a la pandemia. Letonia (-29,8%), Suecia (-27,3%) y Finlandia (-23,9%) presentan los mayores descensos, afectados por factores como la ralentización económica, la reconfiguración de rutas de largo radio y el menor peso relativo del turismo internacional en sus economías.
La progresiva mejora del tráfico aéreo europeo refleja la adaptación de las aerolíneas y de la infraestructura aeroportuaria a un entorno más estable, marcado por la recuperación del turismo y el incremento de la conectividad intraeuropea. Si bien el número total de vuelos comerciales en septiembre todavía se mantiene por debajo de los valores de 2019, la brecha se ha reducido significativamente, situando a la industria en una fase de consolidación.