Mientras el primer Módulo de Servicio Europeo (ESM-1) de la nave Orion orbite la Luna para probar su sistema durante la fase de la misión Artemisa I, cuyo lanzamiento está previsto en unas pocas semanas, el segundo Módulo de Servicio Europeo (ESM-2) se someterá a campañas de prueba en las interfaces del módulo de tripulación y la integridad general del sistema para la primera misión lunar tripulada planificada para 2024.
Lars Bauer, ingeniero principal de sistemas ESM-2, asegura que “Construir una nave espacial lleva tiempo y no es fácil. Por eso siempre es especial cuando todo encaja y eso es lo que vemos aquí con la segunda nave espacial Orion ahora casi completamente ensamblada y en las etapas finales de prueba, para estar lista para volar a la Luna”.
Las pruebas incluyen regulación de presión y pruebas de ciclo térmico. La prueba de regulación de presión asegura que las válvulas funcionan correctamente con el software de control de vuelo de la nave espacial. La prueba térmica se lleva a cabo en una cámara especial para demostrar que Orion puede funcionar cuando se expone a las diferentes temperaturas que experimentará en el espacio.
El siguiente paso es una prueba acústica, durante la cual se apuntan varios altavoces al módulo para exponer el ESM a diferentes niveles de presión sonora. Los sensores registrarán las vibraciones de la estructura y los componentes para asegurarse de que sobreviva a las grandes vibraciones en el lanzamiento. El paso final para Airbus será la instalación de los paneles solares en el módulo de servicio a finales de 2023.
Airbus juega un papel muy importante en el éxito de las misiones Artemisa, porque el Módulo de Servicio Europeo (ESM), que Airbus está construyendo en nombre de la ESA como parte de las contribuciones de Europa a la Nasa, suministra agua, electricidad y oxígeno a la nave espacial. El ESM también asegura la propulsión y la regulación de la temperatura.