Tras años de desarrollo y la superación de un exhaustivo plan de certificación, el cohete Vulcan de United Launch Alliance (ULA) ha sido aprobado por la Fuerza Espacial de Estados Unidos para realizar misiones del programa National Security Space Launch (NSSL). Con esta certificación, el lanzador está listo para desempeñar un papel clave en la seguridad nacional estadounidense, marcando un hito en la evolución de las capacidades espaciales del país.
«Estamos agradecidos por la colaboración de nuestros socios y clientes en este proceso de certificación. Alcanzar este hito es un gran logro para el desarrollo de Vulcan«, afirmó Tory Bruno, presidente y CEO de ULA. «Este cohete de nueva generación ha sido diseñado para cumplir con los exigentes requisitos de las misiones de seguridad nacional, ofreciendo un alto rendimiento y una precisión extrema en órbitas desafiantes».
Desde la firma del acuerdo entre ULA y la Fuerza Aérea de EEUU en 2016, el programa de certificación ha abarcado 52 criterios y más de 180 tareas específicas. Entre ellas, se han llevado a cabo dos misiones de prueba, 60 verificaciones de requisitos de interfaz de carga útil, 18 revisiones de diseño y pruebas de subsistemas, y 114 auditorías de hardware y software.
«La certificación de Vulcan es el resultado directo del trabajo conjunto entre la Fuerza Espacial y ULA», señaló el general Panzenhagen, responsable del programa de Acceso Garantizado al Espacio.
La primera misión del Vulcan supuso el inicio de una nueva era en el lanzamiento espacial, gracias a su capacidad para realizar inserciones orbitales precisas con una arquitectura de alta energía. Su etapa superior, Centaur V, proporciona flexibilidad y resistencia, elementos clave en un entorno espacial cada vez más estratégico y disputado.
Potencia y autonomía estratégica
El Vulcan puede configurarse en cuatro versiones distintas, con hasta seis propulsores de refuerzo sólido (SRB). Su primera etapa es impulsada por dos motores BE-4, desarrollados en EEUU y considerados los más potentes en su categoría de combustión escalonada rica en oxígeno y alimentados por gas natural licuado. Con esta tecnología, ULA pone fin a la dependencia del motor ruso RD-180, reforzando la autonomía estadounidense en el sector aeroespacial.
«El Centaur V ofrece maniobrabilidad y resistencia para adaptarse a las necesidades cambiantes de seguridad nacional, proporcionando la flexibilidad necesaria para enfrentar las amenazas emergentes en el espacio», concluyó Bruno.
Con esta certificación, el Vulcan se posiciona como una pieza fundamental en la estrategia espacial estadounidense, en un contexto donde las capacidades orbitales avanzadas son cada vez más relevantes para la seguridad y el dominio del entorno espacial.