Lockheed Martin, la Agencia de Defensa de Misiles y la Fuerza Aérea de Estados Unidos han conectado con éxito un avión de combate F-35 con un avión espía U-2 a través de una estación terrestre multidominio. De este modo, se demuestra la distribución segura de información confidencial en múltiples plataformas.
El proyecto, denominado Riot, permitió que un F-35 detecte un lanzamiento de misil de largo alcance con sus sensores a bordo y comparta la información a través del U-2 con el comandante de defensa aérea en tierra, lo que le permitió tomar rápidamente la decisión de hacer frente a la amenaza. Esta conexión reduce el tiempo de decisión de minutos a segundos, lo cual es crítico a día de hoy en la lucha contra las avanzadas amenazas.
“Con sus sensores de distancia de largo alcance, el procesamiento a bordo y la capacidad de operar en entornos hostiles, el U-2 continúa desempeñando un papel fundamental en la demostración de nuevas capacidades actualmente, mientras transforma las operaciones para el espacio de batalla del mañana”, asegura John Clark, vicepresidente de ISR y UAS en Lockheed Martin Skunk Works.
“El F-35, con sus sensores y conectividad avanzados, puede recopilar y compartir sin problemas información crítica que permite que la fuerza conjunta sea más segura y más efectiva”, dijo Greg Ulmer, vicepresidente y gerente general de Lockheed Martin para el programa F-35. “Ningún otro avión de combate del mundo tiene esta capacidad y esta prueba fue un paso crítico en el camino para desbloquear todo su potencial para operaciones multidominio”, explica Ulmer.
Esta demostración se basa en pruebas de vuelo exitosas completadas desde 2013 que establecen las bases para una arquitectura distribuida de sistemas en un futuro no muy lejano.