Boeing se dispone a probar de nuevo su nave espacial tripulable Starliner CST-100, tras el fracaso registrado el pasado mes de diciembre de Boeing, cuando un error del temporizador automático impidió que la cápsula alcanzara la órbita correcta para llegar 25 horas después a la Estación Espacial Internacional (ISS).
“Es un honor para Boeing ser un proveedor de la misión Commercial Crew. Estamos comprometidos con la seguridad de los hombres y mujeres que diseñan, construyen y finalmente volarán en el Starliner tal como lo hemos hecho en cada misión tripulada al espacio”, ha dicho el constructor aeroespacial norteamericano en una declaración institucional.
“Hemos elegido volver a probar nuestra nave de vuelo orbital para demostrar la calidad del sistema Starliner. Volar en otro vuelo sin tripulación nos permitirá completar todos los objetivos de prueba de vuelo y evaluar el rendimiento del segundo vehículo Starliner sin coste alguno para el contribuyente. Luego procederemos a la tremenda responsabilidad y privilegio de llevar astronautas a la ISS”.
A finales del pasado año, Boeing fracasó en su primer intento de la aventura espacial de llevar a la ISS su nave CST-100 Starliner. La cápsula espacial diseñada y fabricada por Boeing para ser tripulada fue lanzada con éxito desde Florida, pero un error impidió que llegara a cumplir su objetivo de llegar a la ISS.
La nave espacial Starliner CST-100 de Boeing fue lanzada a bordo de un cohete Atlas V de United Launch Alliance (ULA) desde el Complejo de Lanzamiento Espacial 41 (SLC -41) en la Estación de la Fuerza Aérea de Cabo Cañaveral en Florida y aterrizó dos días después -seis días antes de lo previsto- sin cumplir su objetivo, en el desierto de Nuevo México, después de que un software defectuoso obligara a los técnicos a interrumpir una misión no tripulada destinada a llevarla a la ISS.