Boeing ha cerrado el primer trimestre de 2025 con una facturación de 19.496 millones de dólares, un 18% más que en el mismo periodo del año anterior, impulsada por un incremento en las entregas comerciales. En total, la compañía entregó 130 aeronaves, un aumento del 57% interanual, con especial protagonismo del 737, cuya producción continúa escalando y se espera que alcance las 38 unidades mensuales a lo largo del año.
Pese a esta mejora en actividad comercial, Boeing sigue operando con números rojos. Registró una pérdida neta de 31 millones de dólares, si bien esta fue notablemente inferior a los 355 millones de pérdidas del primer trimestre de 2024. En términos de beneficio operativo bajo principios contables GAAP, logró revertir la tendencia y anotó un resultado positivo de 461 millones de dólares.
Uno de los aspectos más sensibles del trimestre fue el flujo de caja. El flujo de caja operativo fue negativo en 1.616 millones de dólares, mientras que el flujo de caja libre (que descuenta inversiones en activos fijos) se situó en -2.290 millones. La compañía achaca este comportamiento a la estacionalidad y a cuestiones de calendario en el capital circulante.
La deuda consolidada se redujo ligeramente hasta los 53.600 millones de dólares, mientras que la liquidez, en efectivo e inversiones a corto plazo, se contrajo hasta los 23.700 millones. Boeing mantiene sin utilizar una línea de crédito por valor de 10.000 millones de dólares.
El área de Aviones Comerciales ingresó 8.147 millones de dólares, un 75% más que hace un año. Aunque sigue operando con márgenes negativos (-6,6%), la mejora respecto al -24,6% del primer trimestre de 2024 es significativa. Además, se registraron 221 pedidos netos, incluyendo 90 aviones de fuselaje ancho para Korean Air y BOC Aviation.
La producción del 787 se mantuvo estable en cinco unidades mensuales, con expectativas de llegar a siete este año. El programa 777X, por su parte, avanza en las pruebas de certificación de la FAA, con la primera entrega del 777-9 prevista para 2026.
La división de Defensa, Espacio y Seguridad facturó 6.298 millones de dólares, un 9% menos que hace un año, aunque mantuvo un margen operativo del 2,5%. Destaca la adjudicación por parte de la Fuerza Aérea de EE. UU. de un contrato para diseñar y fabricar el F-47, su próximo caza de generación avanzada. Este contrato aún no se incluye en la cartera de pedidos, a la espera de la evaluación final.
Boeing Global Services mantuvo ingresos estables en 5.063 millones de dólares y logró un margen operativo del 18,6%. Entre los hitos del trimestre destacan la entrega del Boeing Converted Freighter número 100 a SF Airlines y un contrato de modificación para integrar sistemas de guerra electrónica en los F-15 Eagle.
Una cartera de pedidos récord
La cartera total de pedidos de Boeing alcanza ya los 545.000 millones de dólares, incluyendo más de 5.600 aviones comerciales por valor de 460.000 millones. El negocio de Defensa y Espacio suma otros 62.000 millones, el 29% de ellos correspondientes a clientes internacionales.
Kelly Ortberg, CEO de Boeing, se ha mostrado moderadamente optimista asegurando que “estamos empezando a ver una mejora operativa generalizada gracias a nuestro enfoque constante en la seguridad y la calidad. Seguimos ejecutando nuestro plan y comprometidos con los cambios estructurales necesarios para recuperar el rendimiento”.
Aunque el repunte en entregas y facturación ofrece señales de recuperación, Boeing continúa en un entorno desafiante, con presión sobre el flujo de caja y márgenes ajustados. La compañía mantiene sus previsiones de producción para los principales programas, pero su evolución dependerá en gran medida de la estabilidad en la cadena de suministro y del contexto macroeconómico global.