BMW ha desarrollado un traje volador eléctrico en colaboración con el piloto profesional Peter Salzmann, el cual ha alcanzado una velocidad de más de 300 kilómetros por hora en su primer vuelo de prueba por los Alpes austríacos, después de tres años de planificación y desarrollo.
El sistema de propulsión eléctrica del traje es ligero, compacto, potente e incluye una unidad de almacenamiento de energía. Se integra a la perfección en la parte delantera del traje y está diseñado para ofrecer una experiencia de vuelo única.
Comprende dos impulsores de carbono revestidos, cada uno de unos 13 centímetros de diámetro que tienen una potencia combinada de 15 kilovatios y funcionan a una velocidad de alrededor de 25.000 rpm, que está disponible durante aproximadamente cinco minutos, señaló BMW.
Según BMW, los paracaidistas con trajes voladores pueden alcanzar velocidades de más de 100 kilómetros por hora. No obstante, el objetivo del nuevo sistema de propulsión eléctrica es aumentar el rendimiento del traje para lograr un mejor vuelo de planeo constante, permitiendo así cubrir distancias más largas.
“Solo un impulsor eléctrico es lo suficientemente ligero y ágil como para permitir vuelos regulares con trajes voladores y saltos base. Así, será lo suficientemente ligero para escalar montañas, lo suficientemente ágil para realizar giros cerrados y maniobras y lo suficientemente silencioso como para no perturbar la pureza del vuelo”, explica Stefan Ponikva, vicepresidente de experiencia de marca en BMW.