Blue Origin decidió este lunes abandonar a última hora el intento de lanzamiento de su New Shepard (NS-27) para solucionar un problema con el vehículo que habría llevado a la compañía más allá de su ventana de lanzamiento, según informó la empresa lanzadora. El NS-27, según Blue Origin, estrenaba el segundo vehículo apto para el transporte tripulado, lo que permite ampliar la capacidad de vuelo para satisfacer mejor la creciente demanda de los clientes.
La nueva cápsula tripulable se llama RSS Kármán Line. El vehículo cuenta con mejoras tecnológicas para perfeccionar el rendimiento y la reutilización, una decoración actualizada y alojamiento para cargas útiles en el cohete propulsor.
New Shepard sigue siendo uno de los cohetes más sostenibles que jamás haya volado al espacio. Casi el 99% de la masa seca de New Shepard se reutiliza, incluido el cohete propulsor, la cápsula, el motor, el tren de aterrizaje y los paracaídas.
El NS-27 llevaría 12 cargas útiles: cinco en el cohete y siete dentro de la cápsula de la tripulación. Las cargas útiles incluyen nuevos sistemas de navegación desarrollados para New Shepard y New Glenn; dos sensores LIDAR diferentes para el programa Lunar Permanence; sensores de operaciones de proximidad de banda ultraancha que vuelan como parte de una subvención de Nasa TechFlights con el grupo de Desarrollo de Sistemas Espaciales de Blue Origin; y una carga útil comercial que es una reproducción de monolitos negros de ‘2001: A Space Odyssey’. Los monolitos volarían en nombre de Spacemanic para una edición especial impresa por la editorial croata Amaranthine Books.