Al menos 18 personas murieron y más de un centenar resultaron heridas el pasado viernes al aterrizar en el aeropuerto Kozhikode de Calcuta, en el estadio de Kerala un Boeing 737 de Air India Express, filial de Air india, con 190 personas a bordo procedente de Dubai.
El avión, al aterrizar bajo una intensa lluvia, se salió de pista y cayó partido en dos en un profundo barranco de unos 34 metros de desnivel. La pista del aeropuerto de Kozhikode, de unos 2,850 metros de longitud, se encuentra sobre una colina plana flanqueada por profundos desfiladeros a ambos lados.
El avión, había intentado aterrizar en dos ocasiones y a la tercera, sobrepasó la pista debido a la fuerte lluvia y se precipitó por una pendiente pronunciada antes de partirse en dos trozos.
Según informaciones locales, se trataba de un vuelo de repatriación que transportaba a ciudadanos indios de regreso al país, ya que los vuelos comerciales regulares permanecven suspendidos en la India debido al coronavirus.
El ministro de Aviación Civil, Hardeep S. Puri, dijo en un comunicado que el avión “sobrepasó la pista en condiciones de lluvia y descendió” por la pendiente, rompiéndose en dos al impactar. “Las cajas negras del avión han sido recuperadas y la Oficina de Investigación de Accidentes de Aeronaves del Ministerio llevará a cabo una investigación”, añadió.
El presidente de India, Rashtrapati Bhavan, y el primer ministro, Narendra Modi, expresaron en sendos tuits sus condolencias a los familiares de las víctimas de la tragedia.