Las ministras alemana y francesa de Defensa, que habían fijado como fecha límite a finales de abril para negociar un acuerdo sobre el Future Combat Air System (FCAS), el proyecto de defensa más grande de Europa, ultimarán esta semana con su colega española, Margarita Robles, el convenio definitivo, según anunció el sábado el Ministerio de Defensa alemán, informa Reuters.
«Aún no se ha llegado a ningún acuerdo sobre el uso de los derechos de propiedad intelectual», dijo una portavoz del Ministerio. «Para Alemania, el acceso sin restricciones a los resultados de la investigación financiada conjuntamente es de suma importancia. Los países apuntan a un acuerdo para la próxima semana”.
Con un coste de más de 100.000 millones de euros, el desarrollo del avión reúne a Alemania, Francia y España. Dassault Aviation, Airbus e Indra están involucrados en el plan para comenzar a reemplazar el Rafale de Francia y los Eurofighters alemanes y españoles a partir de 2040.
La portavoz del Ministerio de Defensa de Berlín dijo que es necesario que exista un acuerdo adecuado para el uso de los derechos de propiedad intelectual en el avión que respete los intereses de todos los participantes en el proyecto.
Dijo que las negociaciones continuaban y que el objetivo de Alemania era presentar una propuesta al comité de presupuesto del Parlamento en junio.
El siguiente paso del desarrollo del avión está condicionado a la aprobación por el Parlamento alemán y se está acabando el tiempo para encontrar una solución para presentar una propuesta a tiempo para que la Comisión parlamentaria de presupuestos la vote antes de las elecciones generales de septiembre.
Con anterioridad, Reuters supo de fuentes relacionadas con el tema que el Ministerio de Defensa alemán tiene que remitir la propuesta presupuestaria al Ministerio de Finanzas antes del próximo día 19.
A comienzos de la pasada semana, la empresa alemana MTU Aero, la francesa Safran y la española ITP Aero llegaron a un acuerdo sobre el desarrollo y la producción de los motores del FCAS, en virtud del cual compartirán la carga de trabajo de manera uniforme entre las tres empresas.