Madrid.- La ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, anunció el pasado sábado ante los Reyes de España, durante la celebración de la Pascua Militar, su impulso a “un nuevo ciclo inversor, con una vigencia de 15 años con vistas al desarrollo de programas de modernización, actualización y dotación de las capacidades necesarias para nuestras Fuerzas Armadas”.
Insistía así la ministra en lo que ya adelantó el mes pasado en la inauguración de las Jornadas La industria de Defensa: nuevo escenario presupuestario, organizadas por el diario El Economista en Madrid. “Defensa -dijo entonces- está trabajando para impulsar un ciclo inversor en el que se incluirán nuevos programas y que sin lugar a dudas, supondrá un cambio de paso y de ritmo en la industria de la defensa española”.
Durante su intervención en la Pascua Militar, Cospedal, entre las líneas de futuro de su Departamento, indicó: “En este 2018 continuaremos con el desarrollo del planeamiento de la Defensa, cuya fase de definición finalizará este año, y estaremos en disposición de comenzar la ejecución de un nuevo ciclo, que sustituya al planeado en los años noventa del siglo pasado, y que asegure nuestras capacidades en relación con las necesidades de la Defensa Nacional”.
“Debemos garantizar que nuestras Fuerzas Armadas se adiestren y operen con material adecuado, adaptado a las circunstancias del entorno, y con la mayor garantía de seguridad personal. Por eso, impulsaremos este nuevo ciclo inversor, con una vigencia de 15 años, con vistas al desarrollo de programas de modernización, actualización y dotación de las capacidades necesarias para nuestras Fuerzas Armadas”.
“Es esta una cuestión de responsabilidad del Gobierno, no solo para con los Ejércitos, sino para asegurar el derecho a la defensa que tenemos todos los españoles, un derecho que está también consagrado en nuestra Constitución. Y, en este sentido quiero reiterar la propuesta que realicé en el Parlamento de una ley de financiación y sostenibilidad de las Fuerzas Armadas. Esta es, sin duda, una cuestión de Estado”.
“Debemos ser conscientes de que esos programas no sólo permiten dotarnos de equipos y sistemas de última generación, sino también, gracias al retorno de la inversión, representan un impulso extraordinario para la economía española, y también para la innovación tecnológica, la investigación y la creación de empleo especialmente cualificado”.