El Cairo.- Egipto ha completado el informe preliminar sobre la caída de un avión ruso en el Sinaí y ha asegurado que no hay evidencia de que se tratara de un acto terrorista y, en consecuencia, no puede hablarse de atentado hasta que no concluya la investigación. Los 224 ocupantes del A321 murieron en la tragedia.
"El comité de investigación técnica no ha encontrado hasta el momento ninguna indicación de intervención ilegal o acción terrorista", ha asegurado el Ministerio de Aviación Civil en un comunicado, recogido por Reuters.
Los servicios de seguridad de Rusia aseguraron que el avión había sido derribado por una bomba colocada en su interior, una tesis aceptada por el propio presidente ruso, Vladímir Putin. El Estado Islámico reivindicó la acción.
Las autoridades egipcias, sin embargo, han insistido en que las causas no podrán determinarse hasta que no concluya la investigación. No obstante, las fuerzas de seguridad egipcias detuvieron a 17 personas por su presunta relación con los hechos, entre ellas dos empleados del aeropuerto de Sharm el Sheij.
El suceso golpeó la industria turística de Egipto, un pilar de su economía. El avión había despegado del complejo turístico del Mar Rojo de Sharm el Sheij, con pasajeros procedentes de Reino Unido y Rusia. Ambos países suspendieron los vuelos a la zona debido a que se plantearon serias dudas sobre la seguridad del aeropuerto egipcio.
Egipto se enfrenta desde hace dos años a una insurgencia islamista en el Sinaí, que ha matado a cientos de soldados y policías. El Estado Islámico dijo que la bomba fue en respuesta a los ataques aéreos rusos en Siria.