Kourou.- La Agencia Espacial Europea (ESA) lanzó anoche el primer satélite del proyecto Copernicus de observación de la Tierra. El Sentinel-1A, en el que han participado hasta 10 empresas españolas, fue lanzado desde el Puerto Espacial Europeo en Kourou (Guayana Francesa) a bordo de un lanzador ruso Soyuz.
Copernicus es el mayor sistema civil de observación de la Tierra jamás desplegado, permitirá la observación continua y el seguimiento regular de los subsistemas del planeta, la atmósfera, los océanos y las superficies continentales, y proporcionará información fiable, validada y garantizada útil para muchas decisiones y aplicaciones de medio ambiente y de seguridad.
Este lanzamiento supone un hito importante de Copernicus. Los servicios operativos dispondrán inmediatamente de datos específicos de la observación terrestre.
Diez empresas españolas han participado en el éxito del primer Sentinel: Rymsa, Sener, Thales Alenia Space España, Mier, GMV, Alter Technology, Iberespacio, Airbus Defense & Space, Elecnos Deimos, Indra.
Gracias a los datos de observación de la Tierra, Copernicus contribuirá a supervisar tareas esenciales de nuestro medio ambiente y de seguridad. Los datos obtenidos de este satélite harán que mejore mucho la seguridad marítima, la vigilancia del cambio climático y la ayuda en situaciones de emergencia y de crisis.
Antonio Tajani, vicepresidente de la Comisión y responsable de Industria y Emprendimiento, ha declarado: “El espacio es una de las prioridades de la Unión; está garantizado el presupuesto para los próximos siete años de los dos programas espaciales emblemáticos europeos, Copernicus y Galileo. Se invertirán casi 12.000 millones de euros en las tecnologías espaciales. Mi prioridad es velar por que este presupuesto multiplique las ventajas que los ciudadanos europeos pueden obtener de nuestros programas espaciales”.
Sentinel-1 es la primera de las seis misiones previstas en el marco de la iniciativa Copernicus. Consta de dos satélites de órbita polar, Sentinel-1A y Sentinel-1B, que comparten el mismo plano orbital, funcionan sin interrupción y obtienen imágenes por radar de apertura sintética.
Sentinel-1A dispone de cuatro modos de obtención de imágenes con distinta resolución (de hasta 10 m) y cobertura (hasta 250 km), lo cual permite un seguimiento fiable y reiterado de amplias zonas. Está preprogramado para tomar imágenes en alta resolución de vastas zonas terrestres y costeras, así como de rutas de navegación que abarcan la totalidad de los océanos. Se garantiza así la fiabilidad que necesitan los servicios operativos, como también un gran archivo de datos a largo plazo para aplicaciones basadas en series temporales largas.
Los servicios de Sentinel-1A tienen aplicaciones como:
-monitorización de las zonas de hielo y el medio ambiente del ártico;
-vigilancia del medio marino y los vertidos de combustible y detección de buques (seguridad marítima);
-seguimiento de los riesgos de desplazamiento de superficies terrestres;
-cartografía de superficies terrestres: bosques, agua y suelos, agricultura sostenible;
-cartografía para la ayuda humanitaria en situaciones de crisis;
-monitorización del clima.
El Reglamento Copernicus, sobre el cual el Consejo de Ministros de la UE y el Parlamento Europeo ya han alcanzado un acuerdo político, establece los objetivos, la gobernanza y la financiación (unos 4.300 millones EUR) de Copernicus para el período 2014-2020.
Copernicus también contribuirá a que las empresas europeas generen empleo y oportunidades empresariales, concretamente servicios de recogida y difusión de datos medioambientales, así como otros en apoyo de la propia industria espacial. Indirectamente, podrán sacar partido de unos datos precisos y fiables de observación terrestre otros sectores económicos tales como los del transporte, del gas y el petróleo, de los seguros o de la agricultura.
Hay estudios que ponen de manifiesto que Copernicus podría dar lugar a unos beneficios de 30.000 millones de euros y crear unos 50.000 empleos en Europa de aquí a 2030. Además, el régimen abierto de difusión de los datos y la información de servicios de Copernicus contribuirán a que los ciudadanos, las empresas, el personal investigador y los decisores incorporen la dimensión medioambiental a todas sus actividades y procedimientos.
Ya en la actualidad, las actividades espaciales fomentan el desarrollo de un mercado de productos y servicios por satélite que son fuente de un empleo altamente cualificado, que nuestra industria necesita para prosperar, ahora y más adelante.