Tras el grave accidente del pasado jueves, la compañía Air India está completando las inspecciones de seguridad ordenadas por el regulador de aviación indio, la DGCA. Estas inspecciones se están llevando a cabo en la flota de Boeing 787 a medida que regresan a India, antes de que se les autorice a operar nuevamente.
Air India ya ha completado estas inspecciones en nueve de los Boeing 787 y está en vías de completar este proceso para los 24 aviones restantes dentro del plazo establecido por el regulador. Algunas de estas inspecciones podrían resultar en tiempos de respuesta más largos y posibles retrasos en ciertas rutas de larga distancia, especialmente en aeropuertos con toques de queda. Se notificará debidamente a los clientes sobre cualquier retraso.
“Air India se solidariza con las familias de los pasajeros que perdieron la vida trágicamente en el reciente accidente. Nuestros equipos en tierra están haciendo todo lo posible para brindarles atención y apoyo durante este momento tan difícil”, señala la compañía.
Y añade que “como parte de nuestros esfuerzos continuos, Air India proporcionará un pago provisional de 28.500 dólares a cada una de las familias de los fallecidos y al superviviente, para ayudar a cubrir las necesidades financieras inmediatas. Esto se suma al apoyo de unos 115.000 dólares ya anunciado por Tata Sons”, la sociedad matriz de la aerolínea.
Investigadores de la India, EEUU y Reino Unido estudian las posibles causas del trágico accidente que provocó la muerte de 241 de las 242 personas que viajaban a bordo del Boeing 787-8 Dreamliner, además de las personas que murieron en tierra. Es la primera vez que un avión 787-8 Dreamliner sufre un accidente de esta naturaleza desde que entró en servicio comercial en 2011.