Madrid.- Por primera vez en 34 años, todos los aviones de un mismo modelo han quedado paralizados prácticamente en todo el mundo. La compañía constructora aeronáutica norteamericana Boeing ha visto cómo su avión más emblemático, el Dreamliner, ha obtenido un suspenso general, tras una cadena de fallos registrados en los últimos días.
Primero fue Japón, cuyas aerolíneas ANA y JAL acumularon incidentes con sus B787. Luego EE.UU., la Agencia Europea de Seguridad Aérea (AESA), La India y Chile, así como la compañía aérea Qatar Airways suspendieron ayer todos los vuelos de los Boeing 787 Dreamliner hasta que se demuestre que son seguros.
La Autoridad Federal de Aviación estadounidense (FAA) quiere revisar «el potencial riesgo de fuego asociado a las baterías del 787» antes de que nuevos aviones comerciales de ese modelo de Boeing sigan volando. Según el comunicado de la FAA, las aerolíneas deberán «demostrar que las baterías son seguras y cumplen con las regulaciones de seguridad».
Según ha explicado la FAA, «los fallos de las baterías producen material inflamable, recalentamiento y humo en dos modelos del avión 787». «El origen de estos fallos se está investigando en estos momentos. Estas condiciones, si no se corrigen, podrían resultar en daños a sistemas y estructuras vitales y en un potencial incendio del compartimento eléctrico», concluye.
La agencia estadounidense ha comentado que trabajará con Boeing y las líneas aéreas para desarrollar un plan de acción correctivo que permita a la flota de 787 reanudar las operaciones con total seguridad y lo más rápido posible.
La orden de paralización declarada por las autoridades de los distintos países deja en tierra seis aviones de United Airlines, igual número que Air India. En Europa, la paralización afecta a la aerolínea polaca Lot Polish Airlines y en Chile, a tres aviones de LAN Chile y Qatar Airways, mientras que Japón es el país con mayor número de aparatos parados: 25, pertenecientes a las aerolíneas Japan Airlines y All Nippon Airways.
Fabrice Brégier, CEO de Airbus, preguntado ayer por los problemas del Boeing 787 Dreamliner durante su encuentro con los periodistas para presentar los resultados empresariales del pasado año, señaló: «No conozco los detalles, es demasiado pronto para analizar la situación. Si la FAA ha hecho sus recomendaciones sobre las baterías y los sistemas eléctricos, etc, nosotros las aplicaremos a nuestro A350, si le afecta. «De momento, no tenemos por qué modificar el sistema eléctrico del A350».
“Yo no hablo sobre los problemas hallados por la competencia para planificar nuestro éxito”, añadió respondiendo a una pregunta sobre el beneficio que pueden reportar a Airbus los fallos del B787. “Un avión está diseñado para volar. Esperamos ver volar de nuevo muy pronto al Dreamliner”, concluyó el CEO de Airbus.