París.- EADS ha decidido paralizar la fabricación del Talarion, avión espía no tripulado, debido a los recortes de los Ministerios de Defensa y la falta de acuerdo entre los países promotores, Alemania, Francia y España.
«Por el momento no estamos impulsando el desarrollo de Talarion», dijo el presidente del consorcio aeroespacial europeo, Louis Gallois, la pasada semana, durante la presentación de resultados de EADS. Y añadió: «En cambio, hemos decidido trabajar en programas de tecnología relacionados con aviones no tripulados».
Gallois señaló que tiene que haber un programa europeo. «Uno o dos países no pueden permitirse el lujo de desarrollar un sistema por sí solo”, argumentó. «Necesitamos tener un mercado más amplio o Europa seguirá comprando los sistemas de los EE UU o Israel”, añadió.
La difícil situación económica de los ministerios de Defensa de los países europeos interesados en contar con un aparato de esta índole, que ha motivado el recorte de los presupuestos militares, es una de las razones aducidas para que el proyecto de un Unmanned Aerial Vehicles (UAV) no prospere.
En junio del 2007 se firmó un protocolo por parte de los representantes de defensa de Francia, Alemania y España para impulsar el desarrollo de ese UAV, que contaba inicialmente con un presupuesto -para el estudio de su desarrollo- de 60 millones de euros, y que fue encargado a EADS.
El proyecto de fabricación final fue evaluado por los tres gobiernos con una inversión de 2.900 millones de euros, que apuntaba inicialmente a 15 sistemas y 45 unidades con un coste de 400 millones de euros por aparato y de cerca de 100 millones por sistema.
De los sistemas, seis serían para Alemania, seis para Francia y tres para España. Un sistema está compuesto por tres unidades y un segmento terrestre.
Tres años después, y aunque el interés a nivel global europeo se mantenía y el entonces secretario de Estado de Defensa español, Constantino Méndez, destacaba la importancia que tenía para España el desarrollo de este UAV, diferentes países europeos rompían el consenso e iba cada uno por libre, con su propio desarrollo.