París.- La contribución de Astrium durante los últimos 30 años -del SPAS-01 al vuelo de despedida de la nave Atlantis- a las misiones de transporte de la flota espacial de la Nasa ha sido substancial.
Y el futuro es prometedor con el reto aún más fascinante de cerrar el círculo en el transporte espacial. Las ideas de Astrium para continuar con la evolución del ATV están ya a punto, en apoyo a la Agencia Espacial Europea (ESA), dentro del marco de las acciones coordinadas de ESA/Nasa.
Cuando la nave espacial Atlantis, sea lanzada mañana desde el centro espacial de Cabo Cañaveral para su última misión, llevará a bordo muestras destinadas al laboratorio de ciencias de materiales MSL de la Estación Espacial Internacional (ISS), donde se fundirán en el horno espacial SQF construido por Astrium.
Y es una patente de Astrium de Ottobrunn (Alemania), la que permitirá suficiente empuje para el lanzamiento; la patente es esencial para los motores principales del Shuttle que fueron diseñados a mediados de los años sesenta.
El vuelo STS-135 será el último de la era de los transbordadores espaciales. Durante tres décadas, los vehículos orbitales de la Nasa han transportado al espacio en sus incontables misiones instalaciones experimentales, plataformas tecnológicas, satélites, sondas y telescopios, además del laboratorio espacial Spacelab y el módulo Columbus de la Estación Espacial Internacional (ISS), ambos desarrollados y construidos bajo la dirección de Astrium, el líder de las empresas espaciales europeas.