Con un 31,5% menos de ingresos, el Colegio de Ingenieros Aeronáuticos y su Asociación han conseguido el pasado año casi 75.000 euros de beneficios, dando así un vuelco a los pésimos resultados del ejercicio anterior en que arrojaron un total de más de 200.000 euros de pérdidas tras proclamar meses antes “los mejores resultados económicos de su historia”.
Según las cuentas de 2010, recientemente dadas a conocer a los colegiados, en un año en que la crisis económica se ha agudizado con la desaparición del visado obligatorio, el COIAE y la AIAE sumaron 870.619,84 euros menos de ingresos que el año anterior y, sin embargo, han conseguido beneficios, hasta multiplicar en positivo los resultados de la gestión del ejercicio anterior. Como de la noche al día.
¿Cómo ha sido posible ese “milagro” de pasar de más de 200.000 euros de pérdidas a 75.000 de beneficio en menos de un año con un 31,5% menos de ingresos? Según los colegiados consultados por este diario, reduciendo gastos suntuosos e innecesarios. En efecto, los nuevos responsables del COIAE en poco más de 10 meses -llegaron en febrero de 2010- han logrado un ahorro o una reducción del gasto de 1.144.977,55 euros. Y eso, “a pesar de tener que efectuar unas importantes indemnizaciones por despidos”, añaden. Se dice pronto. Casi 200 millones de las antiguas pesetas ahorrados en poco más de 10 meses. En esa misma proporción, en un año completo podrían haber llegado a ahorrar 1.270.000 euros, es decir, casi 212 millones de la extinta moneda española.
“Eso demuestra -a decir de varios colegiados- que en la anterior gestión había mucho exceso y desmesura, mucho gasto inútil, superfluo y estéril, cuando no auténtico derroche y despilfarro. ¿Cómo explicar, si no, que puedan ahorrarse en menos de un año casi 1.150.000 euros y no se resienta lo más mínimo la vida y la actividad del Colegio y la Asociación?”, se preguntan. Ciertamente ha habido que aplicar la cirugía a fondo a ambas Corporaciones en ese proceso de adelgazamiento, eliminación del sobre-peso y supresión de ‘michelines’ y varices que ponían en grave riesgo la vida del Colegio y de la Asociación, porque, a la vista de los resultados, esa casa sí que era una ruina.
Según los distintos colegiados consultados, se ha tratado de llevar a la gestión de las cuentas colegiales la austeridad, sensatez, moderación y la diligencia propias de un buen padre de familia, como establece nuestro Código Civil en sus artículos 1.094, 1.104.2 y 1.903. Y a ello hay que añadir el especial empeño de que los colegiados y asociados tuvieran acceso con dos semanas de antelación a su aprobación en Junta General las cuentas anuales auditadas por vez primera en la historia de ambas corporaciones por una empresa auditora inscrita en el Registro Oficial de Auditores de Cuentas, dependiente del Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas, y registradas en el Instituto de Censores Jurados de Cuentas de España (ICJCE), con su memoria correspondiente y el respectivo informe de auditoría.
Orden y mesura
En 1996, cuando el Partido Popular accedió al Gobierno de España, su presidente, José María Aznar, creó la Dirección de la Oficina Presupuestaria de la Presidencia del Gobierno y a cuyo frente puso a José Barea Tejeiro, un catedrático de Hacienda Pública bien curtido en los servicios públicos, especialmente en sanidad, pensiones y Seguridad Social. También fue consejero delegado de la compañía aérea Iberia. Barea, con sus constantes recortes, se convirtió en seguida en el azote del despilfarro de la Administración, lo que le valió el apelativo de “Manos Tijeras”. Pero fue en gran medida el verdadero artífice de la recuperación económica de la primera legislatura del Gobierno Aznar.
Salvando las distancias, a juicio de nuestros informantes, el Colegio también cuenta ahora con su responsable de la reducción de gastos y de la reconducción de la gestión económica por las vías de la racionalidad, la sensatez y el sentido común. Mérito personal suyo es el enorme esfuerzo por el control del gasto en la gestión de los fondos comunes y que ha llevado al Colegio y a la Asociación a salir de los números rojos y sumar un ahorro de 1.144.977,55 euros en poco más de 10 meses, que se dice pronto.
Según los mismos colegiados informantes, “la nueva Junta Directiva a su llegada al COIAE, ahora hace poco más de un año, puso fin al dispendio innecesario de la seguridad de 24 horas, se desembarazó del carísimo servicio jurídico de cabecera, despidió por desconfianza al secretario irregularmente establecido, fulminó el surrealista contrato “fantasma” de la web y puso a dieta al servicio de comunicación que se desayunaba en el Palace. Ahora también acaba de liquidar el contrato suscrito con la empresa que realizaba el periódico “Aeronáuticos”. Puso orden y mesura en la desmesurada y gravosa oficina colegial, suprimió los arbitrarios contratos “de confianza” y sustituyó el de responsabilidad civil. Acordó no volver a pagar con fondos colegiales las multas y sanciones administrativas impuestas a administradores del Colegio, suprimió los viajes innecesarios, prescindió de las pantagruélicas comidas panorámicas y millonarias y controló el uso e impidió el abuso de las tarjetas de crédito. Es decir, que si menguaban los visados, no debían crecer y multiplicarse las visas. En suma, introdujo unos hábitos y conductas absolutamente contrarios a lo visto en la onerosa etapa anterior y denunciados por las distintas auditorías”, según refieren los colegiados consultados.
Y lo sorprendente de todo esto es, a juicio de nuestros comunicantes, que la vida del Colegio y Asociación no se ha resentido, sino todo lo contrario. “Cierto es que se acabaron los conciertos benéficos -¿a beneficio de quién?-, se suprimieron los viajes intercontinentales de los miembros de la Junta Directiva y del supuesto secretario general, las misteriosas dádivas a fundaciones y oenegés, las autodonaciones y compras de ordenadores, bluetooths y demás pagos en especie, etc., se congelaron los sueldos incandescentes de algunos empleados y se redujeron las decenas de cuentas esparcidas por múltiples bancos, como denunció en su informe el auditor de las cuentas de 2008 y 2009 -señalaron-, pero el Colegio y la Asociación siguen en pie con los magníficos resultados que ahora arrojan las cuentas de 2010 presentadas. ¡Quién sabe qué habría pasado de continuar en la situación del año anterior!”, suspiran con alivio los colegiados informantes.
“Hemos limpiado el Colegio”
Para estos colegiados, las cuentas del pasado año suponen toda una censura respecto a las del ejercicio anterior y sus administradores. Y esperan que se exijan responsabilidades a sus gestores en la Junta General a celebrar el próximo día 24.
“Hemos limpiado el Colegio”, así lo confesó públicamente por escrito el cesado decano del COIAE en el número 210 de la revista colegial “Aeronáuticos”, correspondiente al mes de marzo de 2009. “Si hay algo que no mienten -decía- son los números… En 2008 se han obtenido los mejores resultados económicos que ha tenido el COIAE en toda su historia… Podemos sentirnos satisfechos. Hemos saneado las cuentas y hemos limpiado el Colegio” (¡!)
Está escrito. ¡Quién lo diría! A los pocos meses, el satisfecho y complacido autor de tan triunfales y orondas expresiones dejaba una herencia envenenada de más de 200.000 euros de pérdidas en la escuálida contabilidad colegial. Sic transit… O como cantara Calderón en su famoso soneto: “éstas que fueron pompa y alegría /despertando al albor de la mañana / a la tarde serán lástima vana / durmiendo en brazos de la noche fría”.
¿Milagro en el COIAE? Lo que es un misterio es la facilidad con que se ha podido transitar de la opulencia proclamada a la penuria contable y luego de nuevo a los beneficios en tan breve margen de tiempo. ¿Se “sanearon las cuentas”? ¿Se “limpió el Colegio”? Como dicen algunos colegiados, poniendo en duda la eficacia del antibiótico, la profilaxis y el tratamiento terapéutico aplicado, “es obvio que las cuentas estaban todo menos sanas. Y en cuanto a limpiar el Colegio, evidentemente, o falló el detergente o no funcionó como debía el servicio de higiene y limpieza”.
Los números han hablado y si “los números no mienten” y en el 2008 el Colegio obtuvo “los mejores resultados económicos de su historia”, algunos colegiados se preguntan ahora: “¿cómo es que pocos meses después, se registraron los peores resultados de la vida del COIAE con más de 200.000 euros en pérdidas?”. Y más aún: “¿cómo es posible que la nueva Junta Directiva, con muchos menos ingresos, en poco más de 10 meses ha podido ahorrar 1.150.000 euros? ¿Por qué no hicieron lo mismo los anteriores gestores? ¿Cómo se gastó y dónde fue a parar ese dinero?”
He ahí el misterio. Ahí está el milagro. Los números, efectivamente, no mienten y dicen más que mil palabras.