Madrid.- El vicepresidente primero del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, aseguró ayer en Radio Nacional de España que «hay que desmontar el edificio de privilegios que tienen montado los controladores ya» porque la situación creada desde hace años es, en su opinión, una «pesadilla intolerable».
«Nadie hasta ahora se había atrevido a tocarlos», ha dicho, para añadir: «En muchos años han adquirido un poder que les hace echar pulsos de vez en cuando, ya no al Gobierno, sino al Estado y a los españoles».
Rubalcaba se mostró muy crítico con un colectivo del que ha dicho que «su poder nace de que son muy pocos». «Todo ese sistema de privilegios hay que cortarlo y eso es lo que ha decidido el Gobierno». Según el vicepresidente, el conflicto nace por un «peculiar cálculo» de las horas laborales que hacen los controladores. «No se puede exigir sacrificio a la sociedad en tiempos de crisis y ver ciertos sueldos», afirmó.
«El puente de la Constitución ya no era un puente normal, los controladores sabían que la iban a montar y había que cortarlo». Así explicó Rubalcaba, la chispa que hizo estallar el caos aéreo el pasado viernes. Además, quiso dejar claro que no se va a volver a producir una situación similar en nuestro país: «La Constitución nos da mecanismos para hacerlo y, tal y como hemos demostrado, no nos va a temblar el pulso».
En cuanto a las responsabilidades, el número dos del Gobierno ha dicho que «no les va a salir gratis a los que han montado esto». «Uno no puede marcharse a su casa y dejar tirados a todos los ciudadanos», ha añadido. Ha explicado que, por un lado, se exigirán depurarán responsabilidades en el ámbito laboral y, por otro, por la vía jurídica, a través de la Fiscalía y la vía civil. «Todo está en marcha y la decisión corresponderá a los tribunales», ha dicho.