Dallas.- El proyecto estrella de la constructora aeronáutica estadounidense Boeing, el 787 Dreamliner, tuvo que realizar un aterrizaje de emergencia durante un vuelo de prueba en Texas, al detectar la tripulación una alarma de humo en la cabina.
No se registró ningún herido entre las más de 30 personas del equipo que viajaban a bordo. Pero el incidente supone un nuevo traspiés para Boeing que lleva tres años de retraso en el lanzamiento del avión.
Según la Agencia Federal de Aviación de EE UU, el avión número 2 de una flotilla de 6 aviones para vuelos de prueba, tuvo que efectuar un aterrizaje de emergencia en la localidad de Laredo.
El piloto del Dreamliner 2, al detectar humo en la parte trasera de la cabina, donde un equipo de ingenieros monitoreaba los datos del vuelo, declaró una emergencia y efectuó el aterrizaje. Desplegó los toboganes inflables de las puertas para que los más de 30 ocupantes abandonaran la aeronave.
Una portavoz de Boeing declaró que se desconocía la extensión y el volumen de humo en la cabina y consideró que era muy prematuro especular sobre la causa del percance.
El avión había despegado de Yuma, Arizona, en busca de un clima cálido para una prueba del sistema de generación de nitrógeno, el cual reduce la posibilidad de que se encienda el combustible dentro de los tanques de las alas.
El B787 Dreamliner, que realizó su primer vuelo en diciembre de 2009, será el primer avión comercial construido con base en un compuesto de materiales de plástico súper endurecido y carbón, que lo hará más ligero y un 20% más eficiente en el uso de combustible. Se trata de un avión bimotor de fuselaje ancho que contará con una capacidad para entre 290 y 330 pasajeros, dependiendo de sus variantes.
Boeing ha recibido unos 900 pedidos por parte de aerolíneas que desean volar el 787. La empresa espera entregar el primer Dreamliner a la aerolínea japonesa All Nippon Airways (ANA) el próximo año.