Washington.- El atentado fallido contra el Boeing de Northwest en el vuelo ámsterdam-Detroit tendrá un impacto limitado sobre el tráfico aéreo en el mundo, debido más a las medidas de seguridad adicionales que al miedo a volar, pero representa un problema más a finales de un año ya muy difícil para las compañías, según los expertos.
«Incidentes limitados como éste raramente tienen un impacto, incluso si una reacción demasiado fuerte en demanda de seguridad podría provocar un hartazgo de los viajeros que contribuiría a enlentecer el crecimiento a largo plazo del tráfico», indicó a la agencia AFP Richard Abulafia, analista de la firma especializazda Teal Group.
«El acontecimiento no tendrá un impacto duradero sobre el tráfico», indicó Olivier Fainsilber, consultor del gabinete asesor Oliver Wyman. Para él, «con el transporte aéreo la psicosis aparece más fácilmente que en otros medios de transporte, pero es infundada», ya que «la probabilidad de que a uno le ocurra algo es extraoridinariamente baja. No hay medio de transporte más seguro». «Podría tener un impacto si se producen dos o tres casos en las próximas semanas», que contradirían la idea de un acto aislado, agregó.
Por su parte, Steve Lott, portavoz de la IATA, declaró a la agencia de noticias que «aún es muy pronto» para evaluar el impacto del atentado fallido del viernes contra el vuelo 253, ya que el período de las fiestas de fin de año está tradicionalmente muy cargado y los billetes ya están reservados desde hace mucho tiempo. Lott espera que algunas medidas sean flexibilizadas «si los gobiernos estiman que los riesgos disminuyen».