París.- El segundo informe de la Oficina de Investigación y Análisis (BEA) de Francia sobre el accidente del avión de pasajeros AF447 de Air France que cayó al océano Atlántico, publicado la pasada semana, recoge su desconocimiento sobre las causas del siniestro.
Seis meses después del accidente en el que murieron las 228 personas que viajaban a bordo, los equipos de búsqueda han encontrado más restos, con base en los cuales el informe confirmó que «la aeronave golpeó la superficie del agua con una ligera inclinación y a una alta velocidad vertical», y que las máscaras de oxígeno y los chalecos salvavidas no fueron usados.
Según el primer informe publicado el pasado 2 de julio, el problema de los sensores de velocidad de aire, los denominados Pitot, fallaron y provocaron una situación crítica. El segundo informe confirma que las lecturas incorrectas proporcionadas por los sensores Pitot fueron «un elemento de una cadena de factores que causaron el accidente», pero excluye que fuera la única causa.
Esta vez, al final del informe la Oficina de Investigación y Análisis sugiere que la Agencia Europea de Seguridad Aeronáutica (EASA) «modifique los criterios de certificación» de los tubos Pitot y dijo que las pruebas recientes descubrieron que cierto equipo -en particular los tubos Pitot-, «parecen no estar bien adaptados a vuelos a gran altura».
También recomienda que la AESA “emprenda estudios para determinar con precisión apropiada la composición de las masas de nubes a gran altura».
La Oficina canceló la conferencia de prensa prevista para el pasado jueves, debido a la fuerte nevada que cayó sobre París y la pospuso para mañana.