Washington.- La nave espacial Dragon, de la empresa norteamericana SpaceX, abandonará este lunes la Estación Espacial Internacional (ISS) para regresar a la Tierra cargada con casi dos toneladas de valiosos experimentos científicos y otros elementos.
El brazo robótico Canadarm 2, comandado por el astronauta David Saint-Jacques, se acercará para abordar la nave de carga en su punto de captura a 10 metros de la ISS. El astronauta Nick Hague ayudará a su colega Saint-Jacques y supervisará los sistemas.
Los controladores de vuelo en el centro de la misión en Houston ordenarán remotamente al brazo robótico Canadarm 2 de la estación para separar a Dragon del puerto que mira hacia la Tierra del módulo Harmony. El ingeniero de vuelo de la Expedición 59, David Saint-Jacques, de la Agencia Espacial Canadiense, respaldará la operación y monitoreará los sistemas de Dragon cuando salga del laboratorio orbital.
Después disparará sus propulsores para alejarse a una distancia segura de la estación y salir de la órbita, mientras se dirigirá a una caída con paracaídas en el Océano Pacífico, a 202 millas al suroeste de Long Beach, California.
Dragon fue lanzado a bordo del cohete Falcon 9 de SpaceX el pasado 4 de mayo desde el Space Launch Complex 40 en la estación de la Fuerza Aérea de Cabo Cañaveral en Florida, y llegó a la estación dos días después.
Algunas de las investigaciones científicas que Dragon traerá a la Tierra incluyen:
– Observación del crecimiento de cristalización de proteínas: El experimento Biophysics-6 de la Nasa analiza el crecimiento de dos proteínas de interés en el tratamiento del cáncer y la protección contra la radiación. Los científicos están utilizando predicciones terrestres y cristalografía de rayos X en el espacio para determinar qué proteínas se benefician de la cristalización en la microgravedad, donde algunas proteínas pueden crecer más y con menos imperfecciones.
– Biosíntesis de microalgas en microgravedad: La biosíntesis de microalgas en microgravedad (MicroAlgae) estudia los efectos de la microgravedad en Haematococcus pluvialis, un alga capaz de producir un poderoso antioxidante, la astaxantina. Podría proporcionar un suplemento dietético disponible para promover la salud de los astronautas en misiones de exploración espacial de larga duración. Un estudiante de un colegio comunitario y ex alumnas del programa Nasa Community College Aerospace Scholars (NCAS) propusieron la investigación, y el NCAS está comprometiendo a los colegios comunitarios de los EE. UU.
– Genes en el espacio: El 23 de mayo, los astronautas a bordo de la estación espacial editaron con éxito el ADN utilizando la tecnología CRISPR / Cas9 por primera vez en el espacio, trabajando en la investigación Genes in Space 6. Este hito avanza en la comprensión de cómo funcionan los mecanismos de reparación del ADN en el espacio y brinda mejores medidas de seguridad para proteger a los exploradores espaciales del daño del ADN. El daño genético causado por la radiación cósmica representa un grave riesgo para los viajeros espaciales, especialmente aquellos en misiones de larga duración a la Luna y Marte. CRISPR / Cas9 ahora se une a una cartera creciente de técnicas de biología molecular disponibles en el Laboratorio Nacional de la ISS.
Estas son solo algunas de las investigaciones destinadas a mantener a los astronautas sanos durante los viajes espaciales y demostrar tecnologías para la futura exploración humana y robótica más allá de la órbita terrestre baja, incluidas las misiones a la Luna para 2024 y Marte. La investigación de la estación espacial también brinda oportunidades para que otras agencias gubernamentales de los EEUU, la industria privada e instituciones académicas y de investigación realicen investigaciones de microgravedad que conduzcan a nuevas tecnologías, tratamientos médicos y productos que mejoren la vida en la Tierra.
Durante más de 18 años, centenares de astronautas han vivido y trabajado continuamente a bordo de la ISS, avanzando en el conocimiento científico y demostrando nuevas tecnologías, haciendo que los avances en investigación en la Tierra no sean posibles para permitir la exploración humana y robótica de larga duración en el espacio profundo. En un esfuerzo global, más de 230 personas de 18 países han visitado el laboratorio único de microgravedad que ha recibido más de 2.500 investigaciones de científicos en 106 países.