Madrid.- Responsables de la Dirección General de Aviación Civil mantuvieron a finales de la pasada semana sendas reuniones con representantes de la compañía aérea española Air Comet, por un lado, y de la holandesa Air Transport, por otro, para conocer si la venta de la primera a la segunda se había producido y, en caso afirmativo, si se había llevado a cabo conforme a la normativa europea.
La compañía aérea propiedad del grupo español Marsans viene atravesando serios problemas financieros y adeuda a sus trabajadores la nómina de hasta medio año, por lo que la plantilla emprendió los pasados días una huelga que ha convertido en indefinida.
Según adelantó la pasada semana el díario económico madrileño “Expansión”, Marsans habría vendido la aerolínea Air Comet a Arnold Leonora, un empresario con nacionalidad holandesa y estadounidense, propietario del hólding Air Transport Group, especializado en el negocio de leasing de aviones.
Las cifras finales del pacto estaban pendientes de una auditoria de cuentas, aunque el precio final será simbólico porque Leonora deberá inyectar dinero inmediatamente para mantener las operaciones de la compañía. Marsans se libra así de una de sus más pesadas cargas en los últimos tiempos.
El empresario adquirirá la empresa a través de una nueva sociedad holandesa, donde controlará el 55% del capital. El resto estará en manos de un socio industrial. El acuerdo también incluye la compra de Astra, la filial de Marsans especializada en el leasing de aviones, y que tiene la propiedad de las aeronaves de Air Comet y de los futuros aviones que la empresa ha encargado a Airbus.
Leonora se hará con Air Comet a través de esa sociedad para salvaguardar los derechos de vuelo con los países latinoamericanos, condicionados a que la empresa sea de mayoría de capital europeo.
La empresa, que emplea a 650 personas, lleva varios meses bajo mínimos. Opera con cuatro aviones y tiene otros cinco parados, cuando hace un año contaba con trece aeronaves. Y ha reducido sus destinos a siete ciudades latinoamericanas, tras suspender vuelos a Santiago de Chile y Costa Rica.
El objetivo de Leonora es relanzar la aerolínea para ser una alternativa a Iberia en los vuelos entre España y América Latina.