Washington.- En diciembre de 2017, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó la directiva sobre Política Espacial 1 en la que presentaba a la Nasa como líder del programa de exploración espacial, junto con otros socios comerciales. Gracias a este programa, los humanos podrán viajar a través del sistema solar y volver a la Tierra con nuevos conocimientos y oportunidades.
En respuesta a esta directiva, la Nasa ha presentado recientemente un informe que pone a la Nasa al frente de este duradero propósito. Así, la Campaña Nacional de Exploración Espacial convoca misiones de exploración humana y robótica para expandir las fronteras de la experiencia humana y el descubrimiento científico de los fenómenos naturales de la Tierra y el resto del cosmos.
La campaña de exploración se basa en el trabajo de Estados Unidos y los socios internacionales realizado durante 18 años en la Estación Espacial Internacional (ISS) en materia de espacio comercial, robótica y otras tecnologías. Se acelerará en los próximos años con el lanzamiento de la nave espacial Orion de la Nasa y el cohete Space Launch System (SLS).
La Estación Espacial Internacional continuará sirviendo de plataforma central de vuelo espacial de larga duración para al menos el año 2024, lo que supondrá casi 25 años de ocupación humana continua en el espacio, así como de cooperación internacional exitosa.
El ejemplo de la ISS servirá para mantener a las tripulaciones sanas y productivas en misiones espaciales duraderas, así como banco de pruebas para desarrollar tecnologías que serán usadas en esas misiones. Es un campo de pruebas experimentales que permite el descubrimiento y desarrollo de robótica avanzada, comunicaciones, medicina, agricultura y ciencia ambiental.
Esta campaña tiene cinco objetivos estratégicos:
– Transición de vuelos espaciales tripulados de los EEUU en órbita terrestre baja a operaciones comerciales para cubrir las necesidades de un mercado emergente del sector privado.
– Liderar la ubicación de las capacidades que soportan las operaciones de la superficie lunar y facilitar las misiones más allá del espacio cislunar.
– Fomentar el descubrimiento científico y la caracterización de los recursos lunares a través de una serie de misiones robóticas.
– Llevar a los astronautas de los Estados Unidos de regreso a la superficie de la Luna para una campaña sostenida de exploración y uso.
– Demostrar las capacidades requeridas para misiones humanas a Marte y otros destinos.
Volver a la Luna
La Nasa está llevando a cabo un plan para que los estadounidenses orbiten alrededor de la Luna a partir de 2023 y aterricen a finales de la década de 2020. Esta será la primera gran oportunidad para la mayoría de los seres humanos vivos actualmente de ser testigos del aterrizaje en la Luna, “un momento en el que el mundo aguantará la respiración pero los Estados Unidos no se detendrán ahí”, aseguran fuentes de la Nasa.
Se trata de un componente clave para establecer la primera infraestructura permanente en la Luna, la plataforma más alejada de la Tierra para alojar a los astronautas y un punto de tránsito hacia el espacio profundo.
Así, la superficie lunar servirá como un campo de entrenamiento crucial y un sitio de demostración de tecnología en donde se prepararan para futuras misiones a Marte y otros destinos.