Kourou.- Los equipos responsables del lanzamiento del satélite Aeolus completaron el pasado viernes un "ensayo general" previo al despegue real este martes en el centro de operaciones ESOC de la ESA en Darmstadt.
Expertos en operaciones de misiones, dinámica de vuelo, estaciones terrestres y sistemas de software trabajaron conjuntamente con sus contrapartes en la Jupiter Control Room en el extremo opuesto del Atlántico, en el Puerto Espacial Europeo en Kourou, en la Guayana Francesa, para practicar la secuencia de prelanzamiento y despegue.
Este ensayo general a gran escala para el lanzamiento se produjo un día después de la simulación final que cubre las primeras operaciones en el espacio, dejando a la ESA lista para sobrevolar el satélite eólico de Europa.
Aeolus se lanzará en un cohete Vega este martes, llevando uno de los instrumentos más sensibles jamás puestos en órbita: un lidar de viento Doppler conocido como Aladin.
Aladin convertirá a Aeolus en el primer satélite para medir directamente las velocidades del viento en la Tierra desde el espacio, proporcionando datos cruciales que se espera que mejoren en gran medida las predicciones meteorológicas de todo el mundo.
Durante este ensayo, los controladores se conectaron al satélite en sí, ubicado actualmente en la parte superior de su cohete Vega en Kourou, a través de un cable umbilical. Esta conexión se cortará solo unos minutos antes del despegue
La simulación culminó meses de entrenamiento intensivo. Comenzó y vio equipos en Darmstadt imitando las primeras ocho horas después del despegue, durante los cuales asumirán el control del satélite después de su separación del cohete Vega.
"Conseguir que una nave espacial entre en órbita de forma segura es un proceso difícil, y un tiempo tenso pero emocionante para los equipos de misión sobre el terreno", explica Pier-Paolo Emanuelli, director de vuelo de Aeolus. "Las simulaciones proporcionan una herramienta de un valor incalculable para los muchos ingenieros, operadores y controladores que trabajan con el satélite, dándoles la oportunidad de ensayar todos los escenarios posibles antes del gran día".
Esta simulación final fue diferente a las muchas que vinieron antes, ya que fue un run-through de operaciones 'normales' durante las primeras horas vitales en órbita.
"Mientras que las semanas anteriores llevaron a los equipos a través de planes de contingencia para escenarios potenciales en los que algo falla, esta simulación final fue refrescar en la mente de los equipos lo que se debe hacer cuando todo está bien", dijo el gerente de Operaciones de la Nave Espacial, Juan Piñeiro.
El lanzador Vega colocará a Aeolus en órbita a una altitud de 320 km."Durante una hora y diez minutos después del despegue, no hay posibilidad de que dominemos el satélite; está simplemente en las 'manos' del lanzador mismo", agrega Piñeiro.
Una vez que el satélite se separa del cohete y comienza el vuelo libre, los paneles solares se han extendido y Aeolus ha girado hacia la Tierra, una red global de estaciones terrestres comenzará a recibir señales del satélite, marcando el primer enlace de datos entre Aeolus y el control de la misión.
La primera señal de Aeolus es esperada a través del plato de 4.5 m de diámetro de la ESA en New Norcia, Australia. Posteriormente, las estaciones ubicadas en Troll, Antártida, Inuvik, Canadá, Svalbard, Noruega y Kiruna, Suecia, recibirán señales del satélite y transmitirán órdenes de ingenieros en ESOC.
Después de establecer contacto, los equipos comenzarán tres días de intensa actividad, trabajando durante todo el día para acompañar al satélite durante el período 'LEOP', el 'lanzamiento y la fase de órbita temprana', uno de los períodos más críticos en la vida de cualquier satélite.
Al trabajar sin parar para verificar la salud del satélite, encenderán y configurarán los sistemas de control de vuelo y asegurarán que todos los pasos críticos, como el despliegue de paneles solares, se realicen según lo programado y que todos los sistemas de control de vuelo y las comunicaciones funcionen como planificado.
"Este período es arriesgado", explica Rolf Densing, director de Operaciones. "El satélite aún no está completamente 'encendido' pero necesita protección contra los escenarios potencialmente peligrosos que pueden surgir en cualquier operación espacial compleja.
"Pero con la experiencia de ESOC en la mano, este riesgo se reduce. Expertos de dinámica de vuelo, ingenieros de operaciones y especialistas en sistemas de control y estaciones terrestres trabajarán juntos al unísono para garantizar que este satélite único e importante se coloque con éxito en órbita".