Spirit y Opportunity cumplen cinco años operando en Marte 5/01/09 Los Ángeles.- Los vehículos robotizados de la Nasa, Spirit y Opportunity, han cumplido otro hito en la investigación del espacio, que no es otro que conseguir alcanzar los cinco años de misión en funcionamiento sobre la superficie de Marte.
Ninguno de los centenares de ingenieros y científicos que saludaron el 4 de enero de 2004 la llegada a Marte del Spirit y tres semanas más tarde la de su gemelo Opportunity podía imaginarse que ambos seguirían operando en el año 2009.
Estos vehículos han conseguido importantes descubrimientos sobre el ambiente húmedo y tempestuoso del antiguo Marte. También han enviado un cuarto de millón de imágenes, han recorrido más de 20 kilómetros, subieron a montañas, bajaron a cráteres, lucharon contra trampas de arena y el deterioro de su mecánica, han sobrevivido a tormentas de polvo y han enviado más de 36 gigabites de datos a través de la sonda orbital Odyssey. En la actualidad, ambos vehículos permanecen operativos a la espera de nuevos cometidos ordenados desde la Tierra.
Los científicos admiten que la limpieza de los paneles solares de polvo gracias al viento que sopla en Marte ha supuesto una gran ayuda para la longevidad de los vehículos. Sin embargo, en el caso de Spirit, esa ayuda no ha sido suficiente para mantener su sistema de energía a pleno rendimiento en los últimos 18 meses, en los que el vehículo ha tenido que afrontar su tercer invierno, en el hemisferio sur marciano.
Cuando su energía se recupere en primavera, el equipo que lo opera desde la Tierra proyecta moverlo hacia varios destinos próximos, incluido un montículo que puede aportar pistas sobre antiguo material volcánico, y a un cráter próximo, llamado Goddard, que se sospecha puede ser resultado de una explosión volcánica y no de un impacto, algo no explorado hasta ahora en Marte.
En cuanto a Opportunity, su próximo destino es el cráter Endeavour, de 14 millas de diámetro, más de 20 veces más grande que el Victoria, otro cráter en el que este vehículo pasó dos años. Aunque ambos cráteres están a sólo siete millas, es un recorrido considerablemente largo para el vehículo, en un entorno en el que tendrá que superar obstáculos de importancia.