Roma.- La Autoridad Antimonopolio italiana podría imponer a la compañía aérea irlandesa de bajo coste una sanción de hasta cinco millones de euros por incumplimiento de su obligación de explicar claramente los derechos de los pasajeros afectados por su cancelación masiva de vuelos en los últimos meses.
El pasado 25 de octubre, la Autoridad Antimonopolio obligó a Ryanair a informar a los pasajeros afectados de sus derechos como consecuencia de esas cancelaciones. Debería haberlo hecho a través de una "vía preferencial" en su web o mediante comunicaciones ad hoc a los consumidores. Hasta la fecha, nada de esto ha sido cumplido por la compañía de bajo coste.
Después de una primera notificación, las autoridades italianas comprobaron que la información que la compañía proporcionaba a los pasajeros italianos a través de su página web y el correo electrónico seguía siendo "incompleta, no transparente y engañosa".
La Autoridad Antimonopolio concedió un plazo de 10 días a Ryanair para que se adecuara a las disposiciones, es decir otorgara "información clara, transparente e inmediatamente accesible a los pasajeros sobre sus derechos".
Pese a ello, la compañía no se plegó a esas exigencias, por lo que la autoridad decidió abrir un expediente por "incumplimiento".
En septiembre, Ryanair cumplió las órdenes de la Autoridad de Aviación Civil Británica (CAA) y modificó la información proporcionada en inglés.
Ryanair se vio obligada a mediados de septiembre a cancelar 2.100 vuelos, dejando en la total incertidumbre a 315.000 pasajeros.
A fines de septiembre, la compañía anunció otra tanda de cancelaciones de 18.000 vuelos entre noviembre y marzo de 2018, lo que afecta a cerca de 400.000 clientes.
Las cancelaciones fueron decididas debido a la falta de pilotos por los numerosos días de descanso pendientes que deben tomar antes de comenzar el año 2018.
La crisis reveló además fuerte insatisfacción entre el personal por los métodos de organización y gestión de la compañía irlandesa.