Zhejiang.- Expertos chinos y medios de comunicación han pedido la implementación de regulaciones precisas sobre la industria de vehículos aéreos no tripulados (UAV), ya que muchos de los incidentes derivados de sus vuelos han sido considerados como una amenaza para la seguridad aérea del país, según informa el diario El Pueblo en línea.
Tal como indica dicho diario, citando la industria de drones se ha desarrollado a un ritmo acelerado. Hace dos años China tenía más de 100.000 aviones no tripulados y la cifra ha seguido creciendo.
En noviembre del 2016, China concedió licencia de exportación al avión de combate CH-5, que se considera uno de los drones más poderosos del mundo. Pero la industria de drones también ha traído ciertos peligros para la aviación nacional. En enero, un aficionado en Xiaoshan, provincia de Zhejiang, fue detenido por la policía local después de utilizar un dron para grabar imágenes de un avión aterrizando. Las imágenes del dron volando cerca del avión de pasajeros provocaron la inmediata condena pública.
"La realidad es que muchos drones en China están en manos de personas sin licencia profesional para volarlos. Sin una regulación comprometida con la situación actual, el problema de la seguridad aérea no puede ser abordado", destacó Simon Huang, piloto profesional de drones. Para comprar un dron, los clientes no están obligados a presentar ningún tipo de certificación.
"China representa más del 70% del mercado mundial de drones civiles” afirma Gao Yuanyang, experto en la industria de la aviación e investigador de la Universidad de Beihang.
"La mayoría de nuestros compradores son jóvenes que utilizan los drones para tomar fotos y videos. Algunos de ellos sólo compran el avión para divertirse un rato. Los propietarios pueden volar los drones sin ninguna restricción", asegura en Changsha, provincia de Hunan un vendedor de drones.
La falta de regulaciones específicas y el fácil acceso a los drones han llevado a que se produzcan muchos incidentes desconcertantes. En mayo del 2016, un UAV voló dentro del aeropuerto internacional de Chengdu, en la provincia de Sichuan. Esta invasión provocó el cierre temporal de todas las operaciones de la pista y retrasó 55 vuelos.
La operación ilegal de vehículos aéreos no tripulados también ha causado daños a la vida silvestre. En 2016, las autoridades de la provincia de Qinghai prohibieron el uso de aviones no tripulados para fotografiar la fauna alrededor del lago Qinghai, después de que varios drones no autorizados destruyeron parte del habitat de las aves silvestres.
Varios aeropuertos y reservas naturales le han declarado la guerra a las incursiones de aviones no tripulados. En febrero, el Global Times publicó que el aeropuerto internacional de Kunming Changshui, en la provincia de Yunnan, habilitó una línea directa para que los voluntarios ofrecieran detalles relevantes sobre aviones no tripulados y fueran recompensados con dinero en efectivo.
Pero tales regulaciones regionales no pueden eliminar todos los peligros causados por los vehículos aéreos no tripulados. “Se necesita una regulación nacional más específica, que elimine el problema”, admite Simon Huang.
La creciente popularidad de los drones ha sido percibida por las autoridades chinas. En julio de 2016, la Administración de la Aviación Civil de China publicó un nuevo reglamento sobre aviones no tripulados.
Pero la regulación sigue siendo polémica, ya que estipula que los "drones con un peso bruto de menos de 4 kilogramos y un peso de despegue de no más de 7 kilogramos no requieren licencia".
Según la reglamentación, las pruebas y vuelos de drones en "zonas remotas y escasamente pobladas" tampoco requieren la aprobación de las autoridades, aunque todavía no se ha publicado, atendiendo a este particular, un sistema de clasificación zonal nacional.
Analistas del sector consideran que tales lagunas podrían permitir que los aviones no tripulados entraran en las zonas de exclusión aérea, lo que demuestra la gran necesidad de un sistema de supervisión unificado.