Madrid.- Este jueves llega al aeropuerto de Madrid-Cuatro Vientos Michel Gordillo con su avión experimental RV-8 tras completar su vuelo científico dando la vuelta al mundo a través de los polos, con el objeto de medir los niveles de hollín atmosféricos, además de conseguir ser el primer avión monomotor de menos de 1.500 kg de peso en completar esta hazaña.
A su llegada realizará unas pasadas en formación junto a los aviones de la Escuela Avanzada de Pilotos del Real Aero Club de España.
Desde el pasado 1 de octubre, que salió de Cuatro Vientos para completar su segunda etapa para dar la vuelta al mundo, camino del Hemisferio Sur, en su avión de construcción amateur Van's RV-8, ha cruzado el mar Mediterráneo, el continente africano, el océano índico, el continente australiano y ha despegado desde la isla de Tasmania para atravesar el océano y posteriormente el continente antártico hasta llegar a Sudamérica.
Michel Gordillo, Premio Viaje del Año 1998 de la Sociedad Geográfica Española, en su periplo hacia el polo sur, ha aterrizado en Menorca, Malta, Marsa Matrouh (Egipto), Jartum (Sudan), Malendi (Kenia), Islas Seychelles, Islas Maldivas, Islas Coco, Port Hedland (Australia), Ayers Rock (Australia), Mildura (Australia) y Hobart Cambridge (Tasmania). Desde ahí hasta la base italiana Mario Zucchelli (Antártida), el punto de salida para sobrevolar el Polo Sur el 9 de octubre, para llegar a la base argentina Marambio (Antártida), su destino para la etapa polar.
Este vuelo es ya en sí un récord por sí solo, al ser el más largo de forma ininterrumpida sobre el continente helado y en un avión monomotor.
Después partió hacia Ushuaia en Argentina, para ascender hacia el norte por el país, con escalas en Comodoro Rivadavia, Buenos Aires y las cascadas de Iguazú. Y hace un par de días llegó ya a la ciudad de Curitiba, su primera escala en Brasil.
Durante la segunda etapa desde Kenia, Michel ha sobrevolado el océano índico, el Antártico y el Paso de Drake, hasta llegar a Ushuaia. Los vuelos sobre el mar son los más arriesgados en caso de accidente, ya que la búsqueda de la persona se complica debido a la deriva que le produce las corrientes y el viento. Tanto Gordillo como el avión han estado sometidos a grandes cambios de temperatura, pasando de los 45ºC en áfrica hasta los -31ºC en la Antártida.
En Maldivas le realizaron una exhaustiva revisión al avión con la ayuda del personal de la escuela de vuelo del país. En Tasmania repitió la revisión a la aeronave, y se preparó para alcanzar la base italiana Mario Zucchelli, su punto inicial para realizar el sobrevuelo del Polo Sur y aterrizar en la base argentina Marambio. En el vuelo sobre el continente antártico tuvo que asumir la negativa de apoyo de la empresa norteamericana Antartic Logistics & Expeditions (que opera la pista Union Glacier con el código OACI SCGC) y de la británica British Antartic Survey (que gestiona la Base Rothera, código EGAR), no facilitándole un posible aterrizaje para repostar si lo hubiese necesitado. Al final, los vientos favorables ayudaron a alcanzar su objetivo, la Base Marambio,“tierra amiga”. Aterrizó en la pista volcánica de Marambio, donde solo pudo descansar una noche, ya que al día siguiente y ante la perspectiva de que empeorara la meteorología, dio el salto a Ushuaia, ya en el continente americano. Gordillo ha tenido que recurrir a todos sus conocimientos aeronáuticos y su capacidad para resolver problemas para poder realizar los complicados vuelos a través de todas estas etapas.
Además a lo largo de todo su periplo, el piloto ha ido midiendo las concentraciones de carbono negro atmosférico (hollín) en estas zonas remotas con el aethalómetro instalado en el avión. Todos estos datos medidos se han ido enviando con regularidad a la Universidad de Granada, donde ahora están siendo procesados en espera de conclusiones.