Madrid.- Rosetta y su módulo de aterrizaje Philae han permitido conocer los procesos de formación del cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko, que el científico español Miguel Pérez Ayúcar, de ESAC, cree que “se formó por la colisión de dos cuerpos a baja velocidad, que se formaron en los confines fríos del Sistema Solar por acreción de cuerpos más pequeños”.
“Se han descubierto fracturas térmicas en el hielo desde la escala milimétrica hasta de decenas de metros, pero también posiblemente los bloques primigenios, de 1-3 metros, que llamamos huevos de dinosaurio. De hecho el cuello del cometa tiene una fractura de varios cientos de metros, que ha crecido tras el paso del perihelio”, añade.
Todos estos datos servirán para que los científicos conozcan mucho mejor a los cometas, que se consideran restos fósiles de los primeros momentos de la evolución del Sistema Solar, y cuyo papel en dichos momentos intriga a los científicos.
La misión de la sonda Rosetta va a llegar a su final el próximo 30 de septiembre y, para entonces, se habrá convertido en toda una pionera. Ha sido la primera nave que ha acompañado a un cometa en su acercamiento al perihelio (el punto de su órbita más cercano al Sol), y ha avanzado bastante en los estudios sobre el papel que estos objetos pudieron jugar en la aparición de vida en la Tierra.
Rosetta, por ejemplo, ha ayudado a discernir si es correcta la teoría que apunta que las colisiones de estos cuerpos sobre la Tierra fueron determinantes para que el planeta mantuviera su cobertura de agua.
“El análisis del agua en la coma del cometa reveló que no es de la misma naturaleza que el agua de los océanos”, explica Pérez Ayúcar, “y que, por tanto, los asteroides han podido tener un papel más determinante en su aporte a la Tierra. Las composiciones de hidrógeno, deuterio, y otras moléculas y gases nobles indican que es un objeto muy antiguo y que se formó lejos en el Sistema Solar”.
Pero si los cometas, entonces, no fueron tan importantes para la formación de los océanos terrestres, ¿resultaron relevantes en la aparición de vida en la Tierra? Rosetta ha podido arrojar un poco más de luz a esta cuestión con el que, probablemente, sea su descubrimiento más importante.
“El descubrimiento de aminoácidos, que son los bloques de la vida como la conocemos, es uno de los resultados fundamentales y refuerza la idea de los cometas como fuente de estos materiales en la primigenia Tierra”, señala Pérez Ayúcar.