Madrid.- Los 324 nuevos ingenieros aeronáuticos que integran la octogésima primera promoción de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Aeronáutica (ETSIA) han recibido sus diplomas en un acto institucional impregnado por la pasión que despierta esta profesión.
Miguel ángel Morell, director de Ingeniería de Military Aircraft de Airbus Group y galardonado en 2012 con la Cruz al Mérito Aeronáutico por su trayectoria y su contribución al desarrollo aeronáutico, fue el encargado de impartir la Lección Magistral a los egresados. El acto de entrega de diplomas coincidente con la festividad de Nuestra Señora de Loreto, patrona de la aviación, estuvo presidido por Carlos Conde, rector de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) y contó con la presencia de autoridades académicas y representantes de las empresas del sector aeroespacial.
“El principio de la pasión” fue el título elegido por Morell para la última lección a los recién titulados ingenieros aeronáuticos. “Tenéis por delante un reto muy grande, vais a necesitar pasión”, les advertía el que desde enero de 2014 es el director de ingeniería de los aviones militares del fabricante europeo Airbus y que ha estado involucrado en numerosos programas entre los que destacan el Eurofighter, el A330 MRTT o el A-400M.
Tras recibir los diplomas acreditativos, habló en su nombre, el alumno más destacado de la misma, David Higuera, quien describió el futuro de sus compañeros, así: “seremos los que diseñaremos los aviones del futuro, más rápidos y ecológicos, mejoraremos las comunicaciones por satélite, participaremos en descubrimientos científicos y expandiremos nuestras fronteras en el espacio”. Considera que, para lograr estas metas, la ETSI Aeronáuticos, les ha proporcionado una formación excepcional, dotándoles de “capacidad de análisis para abordar cualquier tipo de problema y valores como la humildad, el compañerismo y la honestidad”. No obstante, quiso dejar claro que “un ingeniero nunca deja de aprender”.
Al director de la ETSI Aeronáuticos (ETSIA), Miguel ángel Gómez Tierno, le correspondió hacer balance del trabajo de la Escuela. Dicho balance comenzó con un repaso histórico a las 4 Escuelas que han egresado ingenieros aeronáuticos (ESA, AMIA, EEIA, ETSIA), dando a la sociedad en los últimos 90 años 7837 ingenieros a través de 81 promociones. La última, la más numerosa de todas, la componen 324 egresados. Pero no sólo ese dato es excepcional, sino que por primera vez hay dos mujeres entre los tres estudiantes con las calificaciones globales más altas y además, los tres primeros, han obtenido doble titulación con ISAE-ENSICA de Toulouse.
La nota media de la promoción es de 6,9 puntos. Divididos por intensificaciones: 83 pertenecen a la intensificación de Aeronaves; 91 a Vehículos Espaciales; 51 a Propulsión; 34 a Navegación y Transporte Aéreo, y 65 a Aeropuertos.
Esta es una de las últimas promociones del plan de Estudios 2000, pues se está produciendo la extinción de los planes previos a Bolonia (EEES). A todos los que han pasado por las aulas de la ETSIA se les ha ofrecido “una buena formación científico-técnica y una sólida base físico-matemática, a las que hay que sumar una característica muy apreciada por las empresas, la versatilidad, capacidad para enfrentar y resolver muy diversos problemas”, afirmó Gómez Tierno. Como recomendación final del director de la ETSIA para afrontar la nueva etapa que inician, les instó a “potenciar el atrevimiento y la cooperación, ya que hay que ponerse metas difíciles para intentar cambiar el mundo con sana ambición y aquí no hay sitio para genios solitarios, se trabaja en equipos numerosos y multidisciplinares”.
El rector de la UPM cerró el acto con una intervención en la que insistió en la complejidad del mundo actual, las fronteras difusas entre los campos de conocimiento y su necesaria combinación para abordar los problemas complejos que nos rodean. “Un ingeniero aprende para construir, para aplicar todo lo que ha aprendido”, sostenía Carlos Conde, “y vosotros habéis aprendido a aprender fundamentalmente”. Les pidió que no se pongan límites, puesto que “con este diploma no acaba nada, empieza todo y aunque hoy hay menos proyectos, estos son de mayor envergadura”.