París.- Satélites de todo tipo están involucrados de una u otra forma en la seguridad marítima. Algunos, como la flota europea Sentinel, disponen de radar e instrumentos ópticos. Otros, como la exactEarth canadiense, recoge los mensajes del sistema de identificación automática de buques, asegura la Agencia Espacial Europea (ESA).
Carsten Tobehn, de la ESA, lo explica así: "La primera capa es la órbita terrestre baja, entre 500 a 1.000 kilómetros de la Tierra. Aquí se encuentran sobre todo los satélites de observación. A continuación se sitúa la denominada órbita terrestre media, alrededor de 30.000 kilometros, donde tenemos sistemas de navegación como Galileo y el GPS. El siguiente nivel, el más conocido, es la órbita geoestacionaria, a 36.000 kilómetros, donde se sitúan las telecomunicaciones a larga distancia y los satélites meteorológicos,( que miden las condiciones en tiempo real)"
El trabajo de procesar semejante infinidad de datos se hace en la Agencia Europea de Seguridad Marítima (EMSA), situada en Lisboa. Dentro de la EMSA, se encuentra el equipo de seguimiento de barcos que navegan en aguas europeas. La información pasa a los clientes casi en tiempo real, y abarca desde la piratería hasta el control de fronteras. Gracias a los satélites, disponen de un método especial para rastrear los vertidos de petróleo en el mar.
"Contamos con nuestro propio sistema de detección de derrames de petróleo. Por ejemplo, aquí podemos apreciar el vertido que ha dejado una embarcación en su trayecto hacia la costa británica. Ahora para saber de qué buque se trata, quién es el que está contaminando, comprobamos otro sistema que recoge la información sobre las posiciones de los buques. Al superponer esta información, podemos ver claramente cuál ha sido el barco que ha realizado el vertido de carburante en ese determinado punto. Las piezas encajan perfectamente", manifiesta Leendert Bal, Jefe de Operaciones de EMSA.
Sin embargo, la utilidad del radar actual y los satélites ópticos en el seguimiento de la contaminación cuenta con limitaciones, según Leendert: "En la actualidad, los satélites realizan dos capturas diarias de Europa. Esto supone, que sólo podemos detectar dos veces al día si se han producido vertidos ilegales en aguas europeas. Por eso no es suficiente, ya que si los barcos conocen la órbita de estas ventanas sólo tienen que esperar a que la ventana del satélite se gire para poder realizar la infracción. Y eso es realmente un problema".
Este es precisamente uno de los objetivos de la ESA: trabajar con usuarios y la industria de satélites para encontrar nuevas soluciones técnicas que mejoren la seguridad marítima.
A finales de este año y el próximo se lanzarán más satélites que cubrirán diferentes trayectorias orbitales y podrán captar mejor lo que sucede en el mar.