Miami.- El administrador de la Nasa, Charles Bolden, asiste este viernes en el Centro Espacial Kennedy, en Florida, a la inauguración de la planta que Boeing ha puesto en marcha para la construcción de naves espaciales tripuladas y de carga con destino a la Estación Espacial Internacional (ISS).
La Nasa anunció hace un año la firma de sendos contratos con Boeing y SpaceX para la construcción de las dos primeras naves espaciales privadas capaces de transportar a astronautas a la ISS con objeto de poner fin a la dependencia estadounidense de las naves rusas Soyuz.
Del importe total de dichos contratos de 6.800 millones de dólares, la mayor parte correspondió a Boeing: 4.200 millones de dólares. Los contratos cubren un total de seis misiones tripuladas hacia la ISS para cada una de las dos compañías.
"Hoy hemos dado un paso gigante que nos acerca a la posibilidad de enviar a nuestros astronautas desde suelo estadounidense en una nave espacial estadounidense", añadió Bolden. "Confiar a la industria privada la responsabilidad de manejar el transporte hacia y desde la órbita terrestre baja, permite a la Nasa concentrarse más en un ambicioso vuelo a Marte", añadió.
Boeing estrenará la modernización de las antiguas instalaciones de los transbordadores que ahora ocupan la nave CST-100 (Crew Space Transportation), la nave espacial diseñada por el constructor aeronáutico norteamericano en colaboración con Bigelow Aerospace para el programa de la Nasa. En su interior se encuentran más de 150 piezas de hardware así como la estructura de la nave y el módulo de servicio que deberán ser usados conjuntamente para llevar a cabo las pruebas de vuelo y las misiones tripuladas a la estación espacial.