Bruselas.- La Comisión Europea ha publicado hoy un informe que presentó el grupo de trabajo dirigido por la Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA) tras la tragedia del vuelo 9525 de la compañía aérea alemana Germanwings el pasado 24 de marzo en el que murieron 150 personas en los Alpes franceses.
Creado el pasado mes de mayo a instancia de Violeta Bulc, comisaria europea de Transportes, el grupo de trabajo analizó los resultados preliminares de la investigación del accidente para verificar la adecuación de la normativa europea en materia de seguridad aérea.
En el informe publicado hoy, el grupo de trabajo hace seis recomendaciones dirigidas principalmente a mejorar el control de la tripulación. Ahora, la Comisión considerará cuidadosamente estas recomendaciones y luego juzgará si es apropiado tomar medidas adicionales.
La comisaria Bulc ha dicho: "Quiero dar las gracias al grupo de trabajo de la EASA por la celeridad y la minuciosidad de su trabajo. La seguridad de los europeos está en el corazón de la política de transportes de la Comisión y el informe de hoy es una contribución valiosa a este respecto. Si resulta que hay una necesidad de mejorar las normas de la UE sobre la seguridad aérea y su aplicación con el fin de prevenir accidentes o incidentes en el futuro, vamos a tomar las medidas necesarias para aplicar nivel de la UE".
Patrick Ky , director ejecutivo de la EASA, ha añadido: " Los expertos en aviación y la ciencia médica han trabajado en estrecha cooperación dentro del grupo de trabajo. Su informe es el resultado de un análisis exhaustivo que dio lugar a recomendaciones prácticas para que una tragedia así no vuelva a suceder. EASA está lista para tomar las medidas necesarias, la aplicación de las lecciones aprendidas de esta tragedia".
El grupo de trabajo formuló las siguientes recomendaciones:
– El principio de la permanencia continua de dos personas en la cabina debe mantenerse.
– Los pilotos deben superar un control psicológico antes de ser contratado por una compañía aérea.
– Las aerolíneas deben emprender un programa de lucha contra las drogas o el alcohol basado en controles aleatorios.
– Debe aplicarse un estricto programa para el control de examinadores médicos aéreos.
– Se deberá crear un banco europeo de datos aeromédicos.
– Se deberán establecer los sistemas de apoyo para pilotos dentro de las líneas aéreas.
Desde el inicio de su evaluación, el Grupo de Trabajo llegó a la conclusión de que un nuevo examen médico de los miembros de la tripulación podría representar una importante contribución a la seguridad aérea. La evaluación se centró en los exámenes médicos y psicológicos para los pilotos, incluyendo pruebas de alcohol y drogas, para los que las pruebas de detección ya están disponibles.
El grupo de trabajo también hizo hincapié en la necesidad de fortalecer el marco de control de médicos examinadores aéreos. El informe trata de encontrar un equilibrio entre la confidencialidad y la seguridad y no aumentar la carga administrativa de las compañías aéreas.
La Comisión Europea tendrá en cuenta estas recomendaciones, teniendo en cuenta el asesoramiento recibido de otras fuentes, como la Oficina de Investigación y Análisis de Seguridad de Aviación Civil (BEA) francesa, que investigó la tragedia de forma independiente.
Si se requiere una acción legislativa, la EASA serán invitada a desarrollar propuestas concretas que pasarán a ser consideradas en el reglamento de la UE sobre seguridad de la aviación. También se pidió al grupo de trabajo de la EASA para proporcionar elementos no legislativos, como orientación y herramientas prácticas para el intercambio de información y seguimiento de las acciones adoptadas por los Estados miembros y la industria.