Londres.- La nave espacial tripulada Skylon, diseñ;ada por ingenieros británicos para transportar pasajeros a la estratosfera en 15 minutos, tiene su punto fuerte en la tecnología del motor del cohete Sabre, desarrollado por la firma Reaction Engines Ltd, con sede en Oxfordshire.
Según publicó la pasada semana el diario The Telegraph, el ministro británico de Ciencia y Universidades, David Willetts, anunciará una inversión de más de 90 millones de dólares en Sabre, el revolucionario motor capaz de acelerar hasta 19.000 millas por hora.
Su exclusivo sistema de refrigeración permite al motor operar de dos modos distintos, lo que posibilita a la nave despegar como un avión, pero con la potencia de un cohete.
En la atmósfera inferior el oxígeno de su combustible se tomaría del aire, del mismo modo que un avión a reacción, pero a una determinada velocidad se convertiría en un cohete completo, utilizando el oxígeno almacenado. Tomando el oxígeno de la atmósfera en la fase inicial se reduciría el caudal de oxígeno que necesita almacenar aumentando la relación empuje-peso de la nave espacial.
Frente a los motores de los cohetes existentes que llegan al espacio en varias etapas, el Sabre podría alcanzar la órbita en una sola fase. La tecnología tiene capacidad de reducir significativamente el coste de los vuelos espaciales, pero los ingenieros se enfrentan al problema del calor del aire que penetra en el motor durante el vuelo.
Según el rotativo británico, los motores a reacción existentes, que se basan en aire de la atmósfera, no pueden proporcionar suficiente empuje para lanzar una aeronave al espacio sin sobrecalentamiento. Los ingenieros de Reaction Engines han superado el obstáculo mediante un nuevo sistema de refrigeración capaz de enfriar el motor de 1.000oC a -150oC en una centésima de segundo, sin que se obstruya con hielo.
El logro, que la compañ;ía ha calificado como "el mayor avance en la propulsión desde el motor a reacción", puede, en teoría, permitir que un avión vuele a 2,000 mph sin sobrecalentarse.
Ya se han realizado pruebas del nuevo motor, que permitirá a una nave trasladar a pasajeros desde el Reino Unido a Australia en solo 4 horas, o volar directamente a la órbita terrestre y regresar en un solo vuelo, despegando y aterrizando una sola vez.