Madrid.- La introducción de combustibles alternativos de aviación podría crear 8.000 puestos de trabajos y ayudar a reducir la dependencia energética española, según los análisis realizados en España, tal como se puso de manifiesto el lunes, durante la firma de un acuerdo de cooperación sobre el desarrollo de biocombustibles para aviación entre España y EE UU.
El acto de la firma estuvo presidido por el secretario de Estado de Infraestructuras, Transporte y Vivienda, Rafael Catalá, y el viceministro de Transportes de EEUU, John Porcari. Con el acuerdo, suscrito por la directora de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA), Isabel Maestre, y la directora ejecutiva de Asuntos Exteriores de la Administración Federal de Aviación (FAA) de EEUU, Carey J. Fagan, se refuerzan los programas emprendidos por ambos países con industrias e instituciones para el desarrollo de combustibles alternativos al queroseno.
España, a través de la empresa Senasa, lidera el programa ITAKA, financiado por la Comisión Europea, que realiza el I+D+i para la implantación de los combustibles de aviación en Europa y coordina la iniciativa española con las otras iniciativas europeas. El acuerdo de colaboración que se firma entre AESA y la FAA reforzará el liderazgo de España en este campo tecnológico.