Virgin Galactic ha colocado con éxito el tanque de combustible de su próxima nave espacial, un paso más en su programa de vuelos espaciales comerciales. Este tanque forma parte de la estructura del vehículo, conectando la parte delantera y trasera de la nave espacial.
También contiene el oxígeno líquido para el motor del cohete que impulsa la nave espacial al espacio. El motor de cohete Virgin Galactic es un sistema híbrido que utiliza un combustible sólido junto con un oxidante líquido y tiene el récord de ser el motor de cohete híbrido más poderoso que se utilizará en vuelos tripulados.
Durante el vuelo, este oxígeno líquido permite que el combustible sólido se queme. “Para encender el motor del cohete y quemar el combustible se necesita un oxidante”, explica José Stevens, ingeniero jefe de propulsión de The Spaceship Company. “En la Tierra, la mayoría del combustible se quema usando el abundante suministro de oxígeno que se encuentra en la atmósfera, pero a gran altura y en el espacio, la falta de oxígeno significa que tenemos que traer un oxidante con nosotros para permitir que el combustible del motor del cohete se queme y generar el empuje requerido”, comenta Stevens.
Durante el último vuelo de Virgin Galactic, el motor del cohete se quemó durante 60 segundos y creó suficiente energía para impulsar la nave espacial, VSS Unity, al espacio a casi tres veces la velocidad del sonido.
La flota de Virgin Galactic está siendo construida por su división de desarrollo y fabricación, The Spaceship Company, en Mojave, Estados Unidos. El equipo está construyendo y ensamblando una flota de naves espaciales y aviones de transporte para las operaciones de Virgin Galactic en Nuevo México. El primer SpaceshipTwo, VSS Unity, está progresando a través de su programa de prueba de vuelo, con las siguientes dos naves en curso de producción.